Gareca, Bielsa y el abismo

Las recientes jornadas de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial 2026 han dejado en evidencia el delicado momento de dos entrenadores que, tras resultados adversos, ven su continuidad seriamente cuestionada: Ricardo Gareca, de la selección de Chile, y Marcelo Bielsa, de Uruguay.

Aunque ambos cuentan con trayectorias respetadas y éxitos pasados, los últimos resultados y el contexto particular de sus selecciones los han colocado en una posición precaria.

El ciclo de Ricardo Gareca al frente de la Roja está al borde de desmoronarse. La humillante goleada 4-0 sufrida ante Colombia en Barranquilla dejó al equipo chileno en el último lugar de la tabla de de posiciones de la Conmebol, con solo 5 puntos de 30 posibles.

Gareca, quien previamente dirigió a Perú con gran éxito, no ha logrado replicar esa fórmula en Chile, acumulando cuatro derrotas consecutivas en las eliminatorias y un pésimo desempeño en la pasada Copa América.

El panorama para el argentino es desolador. La prensa chilena ha sido implacable y, aunque se le ha dado un margen de maniobra hasta noviembre, la presión sobre él es asfixiante.

Se habla de que, para mantener las esperanzas de clasificación, Gareca deberá sumar al menos cuatro puntos en los próximos encuentros contra Perú y Venezuela.

El presidente de la ANFP, Pablo Milad, parece haberle dado un último voto de confianza, pero ¿será suficiente una pequeña mejoría en el rendimiento para salvar su cargo?

La situación se complica cuando se mira más allá de los números. Gareca no ha logrado instaurar un estilo de juego sólido ni mucho menos una mentalidad ganadora en un equipo que se ha vuelto irreconocible desde sus glorias pasadas. Si los resultados en noviembre no cambian radicalmente, Gareca podría enfrentarse a una salida prematura.

A diferencia de Gareca, Bielsa cuenta con una posición más privilegiada en la tabla, ya que Uruguay sigue en el tercer puesto, dentro de los lugares de clasificación directa.

Sin embargo, no todos son números en la tabla, pues el equipo celeste está lejos de ser el conjunto que deslumbró al vencer a Brasil y Argentina en 2023.

La realidad es que Uruguay lleva varios partidos sin ganar y, peor aún, con un nivel de juego preocupante. El empate sin goles ante Ecuador en Montevideo desató una ola de silbidos y críticas por parte de los hinchas, que esperan mucho más de la Celeste.

Bielsa, famoso por su carácter y su estilo intenso, ha comenzado a recibir críticas incluso desde dentro del propio equipo. Las explosivas declaraciones de Luis Suárez, criticando su gestión del plantel, han generado tensiones que han trascendido el vestuario.

Aunque la Asociación Uruguaya de Fútbol ha respaldado públicamente al técnico, lo cierto es que la presión no cesa.

Uruguay deberá enfrentarse a Colombia y Brasil en noviembre, dos duelos de altísima exigencia que pondrán a prueba la capacidad de Bielsa para revertir la situación.

Aunque en el corto plazo su puesto no parece estar en riesgo, el entrenador rosarino sabe que su autoridad está siendo cuestionada por el mal manejo del camerino y que un par de resultados negativos podrían cambiar el panorama.

Tanto Gareca como Bielsa son entrenadores con renombre, pero el fútbol sudamericano es implacable con los que no entregan resultados.

Ambos están en la cuerda floja. Las próximas fechas serán decisivas para determinar si estos dos históricos del fútbol sudamericano logran enderezar el rumbo o si sus ciclos llegan a un abrupto final.