Las directoras técnicas han comenzado a emerger como figuras clave, en la Superliga Femenina
El fútbol femenino en el país ha experimentado un crecimiento notable, no solo con la participación de las jugadoras, sino con la incorporación de mujeres en roles técnicos y de liderazgo.
Una directora técnica debe ser estratega, audaz y tener la suficiente autoridad para imponerse en la cancha. Wendy Villón dirige al equipo femenino del Barcelona SC desde hace dos años.
El sábado 21 de septiembre, Villón está lista para la final de la Superliga Femenina contra Las Dragonas de Independiente del Valle. Ella es guayaquileña y salta a la cancha con un abrigo largo para paliar el frío que a las 10 de la mañana hace en la parroquia de Amaguaña, 9 grados.
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No se desplaza en su zona de directora, se mantiene al borde de la cancha, pero su temperamento lo hace notar desde el primer minuto.
Mueve los brazos, llama a las jugadoras para de instruirlas y pedirles correctivos que deben ser inmediatos porque en el fútbol cada segundo cuenta .
Con Jeny Herrera, de Guerras Albas, y Joseline Montaño, de Barcelona, ella completa la trilogía de directoras que dirigieron la Superliga Femenina cuando empezó en 2019.
"Inicié cuando se dio el boom del profesionalismo entre comillas con el torneo de la Superliga Femenina, en 2019”, expresa Wendy Villón
Son parte de la nueva era del liderazgo en el banquillo, en cada cotejo las directoras técnicas muestran habilidades excepcionales en la planificación, táctica y el desarrollo de talento, llevando a sus equipos a obtener resultados competitivos en un ámbito históricamente dominado por hombres.
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Ella sigue activa y es una de las cuatro directoras técnicas que tiene la Superliga Femenina del país en este momento. Todas son exfutbolistas y comparten las obligaciones propias de su oficio: sentido del sacrificio, largas horas de entrenamiento, euforia ante el triunfo, pesadumbre frente a la derrota.
Una directora técnica no se improvisa. Todas se han preparado profesionalmente. “Empecé a la par con mis estudios, estudié una maestría de Alto Rendimiento en fútbol”, menciona Carolina Haro que recibió una oportunidad para dirigir.
Su equipo, el Quito Fútbol Club, y ahí no solo da directrices tácticas: enseña a sus jugadoras rutinas de estiramiento. Le toca hacer de todo un poco, como cuando ella era jugadora, hace un par de décadas, cuando la profesionalización del fútbol estaba lejos de llegar. Las tres directoras hacen parte de esa generación.
La profesionalización hoy se nota hasta en la presencia de dos directoras técnicas extranjeras, una argentina que dirige a las Guerreras Albas y la española Susú Cores, que comanda a Las Ñanas.
“En 2020 me llamaron para venir aquí a Ecuador, había tenido otras propuestas antes de ir fuera y nunca me había atrevido. Llegue a Ecuador y me enamoró el fútbol porque aquí hay mucho para crecer” , explica Susú Cores
Ella destaca la fortaleza de las jugadoras ecuatorianas, dice que son jugadoras más físicas y hay que ir desarrollando eso tomando en cuenta que la condición es innata en las jugadoras.
Las tres directoras coinciden en que su trabajo va más allá de la estrategia en el campo. No solo planifican el juego y hacen ensayos tácticos o jugadas de laboratorio. Trabajan en una cultura de respeto y empoderamiento dentro de sus equipos.
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