Deportistas ecuatorianos no pueden usar los centros de alto rendimiento por su mal estado

Es Andy Preciado uno de los mejores atletas nacionales, pero cuenta que en su tierra, con un centro de alto rendimiento en la esquina, no se podía ingresar.

Él tuvo la suerte de ser reclutado para ir a entrenar a Puerto Rico. Pero otra campeona de Río Verde, Joyce Micolta, rompió en mayo de este año el récord nacional de salto alto que estuvo vigente por más de 30 años. El más antiguo del atletismo ecuatoriano, quebró la marca de Nancy Vallecilla, ¿Cómo le tocó entrenar para eso?.

"Haciendo saltos con un elástico", dice su entrenador.

Con esos resultados dicen que les abrieron las puertas del centro de alto rendimiento de Río Verde, al menos en atletismo. Es que son los niños y jóvenes de la zona los que se empeñan en practicar deporte. Y no importa cómo. Correr en sandalias o hacer salto alto sin zapatos.

Pero ¿por qué los deportistas no han podido utilizar este y otros centros de alto rendimiento a pesar de la inmensa infraestructura e implementos que tienen?. Además de la pandemia, el ministro del Deporte, Sebastián Palacios, reconoce innumerables problemas legales que empiezan incluso en su construcción.

Los centros pasaron del Ministerio a una empresa recién creada en 2014 para administrarlos buscando autogestión. Que implicaba, por ejemplo, a las Federaciones Deportivas que los utilicen un cobro a través de retenciones por su uso. Y las cosas empezaron a decaer.

El año pasado la empresa entró en liquidación y sus bienes regresaron al Ministerio del Deporte que no los puede asumir completamente por las fallas. ¿Qué plantea?, ir recibiendo espacio por espacio, los que tengan garantías en su infraestructura y se puedan regularizar jurídicamente ponerlos en uso de inmediato.

Pero a largo plazo, ¿qué?.

Sebastián Palacios es categórico en que esto se hizo sin estudios técnicos de las necesidades del país, sin modelo de gestión para ser sustentables. Dice que se construyeron para otras cosas.

En base a un convenio con la antigua empresa de centro de alto rendimiento por ejemplo en Carpuela. La Federación Deportiva de Carchi los utiliza para judo y boxeo convocó a los niños del juncal y zonas aledañas a formar parte de su selección.

Y mientras las autoridades revisan lo de antes, verifican lo de hoy y piensan en lo de después. Aquí se vive del día. Neisi Dájomes y Tamara Salazar son las superheroínas de este lugar.

Es el deporte del país. Ellos quieren estar entre los retratos de estos héroes deportivos, pero no quieren quedar borrados como estos otros. Por el olvido.