25 ago 2014 , 05:04

Muerte de Ebosse revela la violencia cotidiana en Argelia

   

Marcel Ebosse falleció tras recibir un proyectil lanzado desde las gradas.

La muerte del delantero camerunés del JS Kabylie Marcel Ebosse, que falleció el sábado tras ser alcanzado por un proyectil lanzado desde las gradas, reveló de forma trágica una violencia común que sangra desde hace años el fútbol argelino, uno de los más prestigiosos de África y el mundo árabe.

 

El jugador camerunés, de 24 años, falleció a consecuencia de las heridas en el hospital Tizi Uzu, en la región de Kabilia (a 110 km al este de Argel) como consecuencia de un "traumatismo provocado por un objeto contundente y cortante", según los primeros resultados de la autopsia difundidos este lunes por la fiscalía regional. 

 

Su cuerpo debería ser repatriado en los próximos días a Douala, donde vive su familia, tras ser llevado el domingo a Argel.

 

La Federación Argelina de Fútbol (FAF) confirmó este lunes que tras el suceso suspende todos los partidos de los campeonatos domésticos, tanto profesionales como amateurs, "hasta nueva orden", mientras que en Camerún se guardará un minuto de silencio antes de los partidos de la próxima jornada del campeonato, según el Sindicato Nacional de Futbolistas Cameruneses (SYNAFOC).

 

El presidente de la FIFA Joseph Blatter también llamó al orden en su cuenta de Twitter este lunes.

 

"Intolerable que un aficionado provoque la muerte de un jugador. ¡Detengan la violencia! Mis pensamientos están con los familiares de Ebosse. RIP", escribió el mandatario.

 

El fin trágico del máximo goleador del pasado campeonato argelino (17 tantos) tras la derrota en casa del JSK ha hecho olvidar el buen papel de la selección nacional en el Mundial de Brasil y marca la vuelta a una realidad menos feliz.

 

"Esta tragedia no ha sorprendido a nadie" porque "desde hace años la violencia se ha instalado en los estadios y se propaga después a las calles, produciendo un clima de miedo e inseguridad en nuestras ciudades", afirmó el diario El Watan que ve en esta situación un síndrome que se arrastra desde el final de la guerra civil de los años 90.

 

Los islamistas han "arrastrado a la juventud argelina al terror y al horror" y "el poder no les quiere hacer frente mientras les deje saquear tranquilamente las riquezas del país", añadió el periódico.

 

 

Violencia general y sistemática

 

La muerte de Ebosse, que iniciaba su segunda temporada con los colores del JSK, el club con más títulos del país, tampoco sorprendió al rotativo Liberte.

 

"Podría haber sido peor" y "podría haber ocurrido en cualquier otro estadio argelino" dado "que la violencia es general y sistemática", señaló el diario.

 

El incivismo, el vandalismo y la delincuencia cotidiana han tomado estos últimos años dimensiones alarmantes en este país de cerca de 40 millones de habitantes, en su mayoría jóvenes, y donde "el único objetivo del Estado es evitar que esta juventud se meta en política, que se exprese en las calles contra su política", denuncia Liberte.

 

"La represión solo afecta a los opositores políticos" pero "es un fracaso cuando trata de asegurar el mínimo funcionamiento de la vida en la ciudad", añadió el Le Quotidien de Orán.

 

Para el psiquiatra Mahmoud Boudarène, la muerte de Ebossé bajo una lluvia de proyectiles lanzados por los aficionados descontentos es una "muestra colectiva" de un país donde la violencia "se ha convertido en norma" apoyada en "la miseria, el paro, la falta de esparcimiento, el abuso de poder y la injusticia social" y donde el poder "ha usado la brutalidad para reprimir toda manifestación política o social".

 

Pidiendo "perdón" al "invitado" Ebosse, la gaceta El Khabar cree que Argelia "no es apta para albergar la Copa de África de Naciones de 2017" para la que quiere presentar su candidatura tras la renuncia de Libia.

 

"¿Cómo podremos proteger a los mejores jugadores extranjeros si la Confederación Africana de Fútbol concede a Argelia la organización del evento?" se pregunta el periódico.

 

La FAF, a parte de la paralización de la competición, va a estudiar "otras medidas más coercitivas que podrían incluir la exclusión del club culpable de toda competición".

 

En las redes sociales, los argelinos siguen expresando su sentimiento de culpa y vergüenza, algunos incluso ya pidieron que se detuviera el campeonato o al menos organizar un boicot.

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