02 oct 2023 , 14:57

El curioso motivo por el que Al Ittihad, de Karim Benzema y N'Golo Kanté, se negó a jugar en Irán por la Champions de Asia

El equipo saudí se rehusó a jugar ante el Sepahan iraní, los futbolistas no llegar al estadio, mientras los espectadores los esperaban.

   

El Al Ittihad saudí, en el que militan los franceses N’Golo Kanté y Karim Benzema, se negó, este lunes 2 de octubre, a jugar ante el Sepahan iraní un encuentro de la Champions asiática por la presencia en el estadio de un busto del general Qasem Soleimaní, asesinado en 2022 por Estados Unidos.

Los jugadores del equipo saudí ni siquiera llegaron a entrar en la cancha del estadio Naghsh-e Jahan de la ciudad iraní de Isfahan, donde esperaban unos 60.000 espectadores, informaron medios iraníes como IRNA.

Tras más de 30 minutos de retraso, el árbitro decidió cancelar el encuentro, debido a “circunstancias inesperadas”, según explicó la Confederación Asiática de Fútbol (AFC) en un comunicado.

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“La AFC reitera su compromiso a la hora de garantizar la seguridad de los jugadores, los espectadores y todas las personas implicadas”, aseguró el organismo.

Medios iraníes señalaron a la presencia de una estatua del militar Qasem Soleimaní, exgeneral al frente de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), quien fue asesinado hace tres años por Estados Unidos en Irak.

Los jugadores del Sepahan iraní observan a los espectadores; por su parte, el Al Ittihad no se presentó a jugar
Los jugadores del Sepahan iraní observan a los espectadores; por su parte, el Al Ittihad no se presentó a jugar ( )

Tras la cancelación del encuentro, medios iraníes como Tasnim publicaron imágenes de los jugadores del equipo saudí entrenándose en el estadio Naghsh-e Jahan antes del encuentro.

Irán y Arabia Saudí acordaron en marzo la normalización de sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016 tras los ataques sufridos en sus sedes diplomáticas a raíz de la ejecución en el reino árabe de un importante clérigo chií.

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Durante todos esos años, los equipos saudíes e iraníes jugaron en el suelo de terceros países, algo que ha llegado a su fin para alegría de los aficionados al fútbol de la región.

Los partidos de la Liga de Campeones asiática de este año contribuían al acercamiento entre los dos rivales históricos, como se vio a mediados de septiembre cuando el Al Nassr de Cristiano Ronaldo jugó en Teherán contra el Persépolis y despertó una auténtica locura entre los aficionados al balón.

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