Triunfo plácido de los hombres de Pep Guardiola en su feudo.
Partido interesante el que se iba a celebrar en el Etihad Stadium, todo ello con motivo de la reanudación de la Premier League tras el obligado parón de la competición por la crisis sanitaria del coronavirus. El Manchester City, adversario del Real Madrid en los octavos de final de la Liga de Campeones, recibía la visita de un Arsenal que anhela competir en Europa el curso que viene.
No obstante, la escuadra gunner iba a sufrir un par de contratiempos casi de manera consecutiva. La lesión de Granit Xhaka propició la entrada al césped de Dani Ceballos, en calidad de cedido por el Real Madrid. Aun así, el recambio decisivo sería el de David Luiz, quien tuvo que saltar al campo en detrimento de un Pablo Marí que no pudo continuar la contienda. De hecho, tuvo que retirarse en camilla y con oxígeno asistido.
Cuando daba la sensación que el resultado gafas iba a imperar en el electrónico antes del descanso, Raheem Sterling, que está cuajando un curso sensacional, inauguraría el luminoso al batir a un Bernd Leno que estaba teniendo bastante trabajo (1 – 0). De hecho, el viejo conocido del Bayer Leverkusen sería el mejor de los suyos contra los pupilos de Pep Guardiola.
La acción decisiva llegaría en la segunda mitad, preciso instante en el que David Luiz, que duraría menos de media hora en el tapete verde, cometería un penalti que Kevin De Bruyne se encargaría de transformar (2 – 0). En las postrimerías del duelo, Phil Foden, la joya del City, dejaría el choque visto para sentencia al anotar el definitivo 3 – 0.
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