La futbolista Laia Codina declara ante el juez como testigo sobre el caso Rubiales

La futbolista Laia Codina declara este viernes como testigo ante el juez que investiga por agresión sexual al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por el beso que le dio a la jugadora Jenni Hermoso sin su consentimiento durante la celebración de la victoria del Mundial en Sídney (Australia).

Laia Codina es la última testigo prevista en la causa que sigue la Audiencia Nacional antes de que aporte su versión la propia Jenni Hermoso, que está citada el próximo 2 de enero ante el juez Francisco de Jorge.

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Este viernes, la compañera de Hermoso comparecerá por videoconferencia desde un juzgado de Pontevedra, ciudad donde esta noche la selección femenina se disputa contra Italia el quinto duelo correspondiente a la Liga de Naciones en la pelea por una plaza en los Juegos Olímpicos de París 2024.

La central del Arsenal es la cuarta jugadora de la selección en declarar por el caso que mantiene como investigado a Rubiales por agresión sexual y coacciones, y también a tres miembros de su equipo al frente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por presionar supuestamente a Jenni Hermoso y a su entorno para que justificase la actuación de su superior.

Son el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el director de la selección masculina, Albert Luque, y el director de marketing de la RFEF, Rubén Rivera.

Días después de aquel episodio, que provocó una oleada de indignación, Laia Codina apoyó la decisión de Jenni Hermoso de formalizar su denuncia contra Rubiales, a quien la FIFA acabó suspendiendo durante tres años.

"Yo hubiera hecho lo mismo. Todo se ve claro. Jenni lo está pasando mal y, después de todo lo que ha conseguido en su carrera y pasar lo que está pasando estas semanas, lo único que podía hacer era presentar esa denuncia", manifestó la internacional en una radio.

La futbolista española explicó entonces cómo vivió el vestuario de La Roja todo lo sucedido en la celebración del Mundial, no sólo el beso en la boca de Rubiales a Hermoso, sino también los gestos del presidente celebrando el título en la grada.

"Cuando somos conscientes de los hechos que han pasado, no solo el beso sino los gestos en la grada con la reina al lado, es en el autobús. Una compañera veterana nos dice que es serio, que es inaceptable y lo tenemos que condenar", desveló. EFE