Día Internacional del Fútbol Femenino: los avances y las deudas pendientes del deporte

A nivel mundial se considera al fútbol como el deporte rey. En ese reinado, los hombres son quienes se llevaron todo el protagonismo. Por ello, hoy 23 de mayo se celebra el Día Internacional del Fútbol Femenino.

El origen de esta celebración se remonta al 2015, cuando la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y El Caribe de Fútbol (CONCACAF) promovió el originalmente llamado Día del Fútbol Femenino junto con la participación de otras 37 asociaciones pertenecientes a la FIFA.

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Desde 1894, año en el que se fundó el primer club femenino del mundo (British Ladies Football Club), esta rama del deporte ha dado grandes pasos buscando equiparar los privilegios entre géneros. Sin embargo, aún existe deudas pendientes.

Según la Segunda Edición del Informe de evaluación comparativa de la FIFA, la media de equipos que participan en una liga local es de 12. En promedio, los campeonatos femeninos cuentan con 138 partidos disputados.

Aproximadamente, los torneos protagonizados por mujeres tienen una duración de 233 días. En términos de competitividad, los equipos que cuentan con un patrocinador principal para el equipo femenino tienen mayor éxito que aquellos que tienen el mismo para el masculino.

En lo que respecta a la formación de jugadoras, la media de niñas en academias de clubes por todo el mundo es de 82. Además, la presencia de los clubes femeninos en redes sociales creció pues, en promedio, sus cuentas poseen alrededor de 400.000 seguidores.

El presente de la interacción de los clubes con el público es muy bueno. Por ejemplo, en la temporada 21/22, poco más de 500.000 aficionados asistieron a la Eurocopa Femenina, lo que representa el doble de la edición pasada (temporada 17/18).

Según datos recogidos por FIFPRO, pese a que el fútbol genera poco más de 500 millones todos los años, al menos el 48% de jugadoras de fútbol profesional no reciben un salario mínimo.

De hecho, la misma entidad instó a Gianni Infantino, presidente de la FIFA, a igualar las condiciones, instalaciones y premios económicos entre Mundiales. La petición se hizo teniendo en cuenta la proximidad de la Copa del Mundo de Australia y Nueva Zelanda de este año.

En Ecuador, la profesionalización del deporte femenino llegó recién en 2019, cuando se creó la Superliga femenina. Hoy, una de las principales detrás del ya laureado club Ñañas, Fernanda Vásconez, expresó hace poco en redes sociales su preocupación por los valores que le adeudan al equipo que preside y a prácticas cuestionadas en las negociaciones de jugadoras en el país.

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Por ahora, el fútbol femenino vive tiempos de apogeo, pero con brechas por cerrar con respecto al masculino en busca de la paridad. Su desarrollo dependerá, en gran medida, de los entes reguladores y del apoyo que reciban en general.