Los ex profesores y amigos de Moisés Caicedo recuerdan anécdotas con el jugador

Santo Domingo de los Tsáchilas, en el centro norte del Ecuador, fue la ciudad que hace 21 años vio nacer a Moisés Caicedo y presenció sus primeros pasos en el fútbol.

Sus ex profesores y amigos guardan grandes anécdotas que se dieron en las calles de esta provincia.

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Y qué mejor que visitar el que fue su barrio, la Zona Rosa. Allí está la que era su casa, ha cambiado desde aquel entonces cuando el deportista, conocido como el niño Moi, vendía velas para ayudar a su madre.

Este barrio y estas canchas de tierra y lodo presenciaron cómo el fútbol se convertía en la pasión de Moisés y le trajo sus primeros amigos, como Jhostin, quien junto con su familia lo impulsaron y llevaron a sus primeros clubes. Aunque confiesa, entre risas, que en ciertas ocasiones tenía que ir a levantarlo a su casa para llevarlo a entrenar.

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Al profesor Darwin Castillo lo encontramos en una cancha, pero no en cualquiera. Aquí entrenó a Moisés desde los 13 hasta los 16 años, mientras fue parte del club Colorados Jaipadida.

Los recuerdos son innumerables y quedaron plasmados en fotografías que hoy observa con cariño, algunas tomadas justo aquí.

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El niño Moi entrenó en este lugar para varios torneos juveniles y cuando tiene oportunidad vuelve a su tierra a jugar con quienes, como él a su edad, sueñan con llegar a Europa.

Moisés compartía dentro y fuera de las canchas con sus amigos. Jhoao es uno de ellos, incluso hoy lo sigue viendo pues lo invitó a Estados Unidos cuando la selección jugó contra Costa Rica.

El tiempo ha cambiado desde que al salir de entrenar iban en grupo a coger el bus para ir a casa, pero Jhoao asegura que la humildad continúa en su amigo y eso lo hace sentir orgulloso.

El talento del pequeño Moisés lo llevó a la selección de Santo Domingo de los Tsáchilas, donde entrenó con Michael, en 2015 incluso quedaron campeones. Él dice que su amigo lo protegía.

En su tierra, el niño Moi dejó huella no solo en las canchas sino en el corazón de quienes lo conocieron y están felices de ver a aquel pequeño como referente de las nuevas generaciones de futbolistas de Santo Domingo de los Tsáchilas.

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