El delantero portugués ya pasó los controles médicos del Chelsea.
El delantero internacional portugués Joao Félix viajó el martes a Londres, pasó el pertinente reconocimiento médico y culminó este miércoles su fichaje por el Chelsea, con el que ha firmado por siete años y al que regresa un año después, esta vez traspasado por 50 millones de euros fijos más 10 en variables desde el Atlético de Madrid, tras el acuerdo alcanzado el lunes por ambos clubes.
"Desde el Atlético de Madrid deseamos mucha suerte a João Félix en sus futuros retos profesionales", expresó el club rojiblanco en su página web oficial.
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"El Chelsea se complace en anunciar el fichaje permanente de Joao Félix procedente del Atlético de Madrid. Joao ha firmado un contrato de siete años en Stamford Bridge y se unirá a sus nuevos compañeros de equipo para entrenar en los próximos días", anunció a su vez el club londinense.
"Estoy muy contento de estar de vuelta en el Chelsea y no puedo esperar para empezar. Puedo ver algunas caras conocidas de la última vez que estuve aquí, lo que siempre es agradable. Me encantó mi tiempo aquí antes y le dije a mis amigos y familiares que me encantaría volver a la Premier League algún día. Hacer eso con el Chelsea es una gran sensación y estoy emocionado de estar de vuelta", explicó el futbolista a los medios oficiales de su nuevo equipo.
Cinco años después de pagar 120 millones de euros por él al Benfica, Joao Félix se va por 50 millones más diez en variables, sin jugar ningún encuentro con el Atlético desde el 8 de enero de 2023 (se fue cedido al Chelsea y después al Barcelona) y con un total de 131 partidos a las órdenes de Diego Simeone, 84 como titular y 23 completos, con 33 goles y 16 asistencias. Fue campeón de LaLiga EA Sports con el conjunto rojiblanco en 2020-21.
Ya es el fin de ciclo en el Atlético de Joao Félix, tan previsible como demorado en los últimos tiempos hasta que el club ha ido bajando sus pretensiones económicas en la misma medida que el atacante, cedido primero al Chelsea en el segundo semestre del curso 2022-23 y al Barcelona la temporada entera de 2023-24, ha ido perdiendo valor de mercado sin pausa.
Cuando fue comprado por el Atlético, por los 120 millones de euros del precio de su cláusula de rescisión, la web especializada ‘Transfermarkt’ fijó su valor en 100 millones de euros; cuando se fue cedido al Chelsea, en invierno de 2023, estaba en 50 y ahora, cuando regresó del Barcelona, cayó a 30 millones de euros. Un 70 por ciento menos de un momento a otro, a lo largo de cinco campañas en las que no eclosionó como se intuía.
El 3 de julio de 2019, tras despuntar en el Benfica, fue fichado por el Atlético, que lo presentó como "puro talento" con imágenes suyas en el Museo del Prado de Madrid para suplir la marcha en esas mismas fechas de Antoine Griezmann al Barcelona. El vídeo de un minuto y 37 segundos proclamaba a una futura estrella.
Su dimensión no ha llegado tan lejos en el Atlético, con la sensación de apuesta fallida por ambas partes. Por el club rojiblanco, por la inversión más alta de su historia que ahora vende por la mitad, pero también por el propio futbolista, que también tenía entonces la posibilidad del Manchester City y se decantó por ir al Metropolitano. Ha sido irregular.
Cierto que fue campeón de LaLiga 2020-21, con un primer tramo de competición más que notable, y que ha mostrado detalles de todo su talento en determinados momentos, como el tramo final del curso 2021-22, cuando dirigió a su equipo a la clasificación para la Liga de Campeones, tanto como que su inconstancia y algunas lesiones lo relegaron a un plano menor de lo que se esperaba cuando firmó su contrato con el Atlético. Duraba hasta 2029.
El conflicto deportivo con Diego Simeone, latente desde antes, pero visibilizado ya de forma nítida en 2022-23, cuando, antes del Mundial 2022, fue relegado a la suplencia en diez de los doce choques precedentes al torneo internacional, convenció a Joao Félix de que su futuro estaba entonces lejos del Metropolitano y del técnico argentino, cedido precisamente seis meses al Chelsea.
En Staformd Bridge, a donde regresará ahora, tampoco se revalorizó entonces. Jugó 20 partidos, con 1.188 minutos, 14 titularidades (un 70 por ciento de los encuentros que estuvo disponible), cuatro goles y cero asistencias. Al final del curso, el nuevo técnico, entonces Mauricio Pochettino, ni se planteó su compra. Volvió al Atlético para irse.
Su siguiente destino, también a préstamo por una campaña, fue al Barcelona, que mostró su interés en seguir contando con él en el nuevo curso, pero no ha sido así. En el conjunto azulgrana, disputó 44 partidos, un 54,5 por ciento como titular (24), por encima de los dos mil minutos (un 52,2 por ciento de los minutos posibles), con diez goles y seis asistencias.
Después de sumarse este verano a la pretemporada, a la espera de nuevo destino, jugó dos encuentros amistosos con el Atlético, con dos goles, y contó para la convocatoria de la primera jornada de LaLiga EA Sports ante el Villarreal, pero ya había iniciado la cuenta atrás para su salida, ahora ya sí definitiva, del equipo rojiblanco, que lo ofreció al Chelsea para desatascar el traspaso en sentido contrario del centrocampista inglés Conor Gallagher.
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