.svg "Icono parpadeo"){kind=small}
Se espera que Ecuador no solo gane, sino que lo haga mostrando un fútbol que inspire confianza de cara al futuro.
-
Sebastián Beccacece, entrenador de la selección de Ecuador, en rueda de prensa.( )
El partido entre la selección de Ecuador y la de Perú por la octava jornada de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2026 es un examen decisivo para ambos equipos, cada uno enfrentando una encrucijada particular.
Para Ecuador, esta será una oportunidad vital de demostrar que el proyecto liderado por el argentino Sebastián Beccacece tiene lo necesario para llevar a La Tri de vuelta a la élite mundialista. Para Perú, será una lucha por la supervivencia en un camino que se ha vuelto cada vez más estrecho.
El debut de Beccacece al frente de Ecuador en la derrota ante Brasil dejó sensaciones mixtas. Si bien caer por 1-0 en casa de los pentacampeones del mundo no es un resultado catastrófico, evidenció algunos problemas que deben resolverse con urgencia.
El más preocupante es la fragilidad ofensiva de La Tri, que ha anotado solo cinco goles en siete partidos, un promedio que simplemente no es suficiente para aspirar a un lugar en el Mundial.
Si algo ha mantenido a Ecuador en la zona de clasificación, es su solidez defensiva, con apenas cuatro goles recibidos. Pero en un torneo tan competitivo como las eliminatorias sudamericanas, esa solidez debe complementarse con una mayor efectividad en ataque.
El partido contra Perú no solo presenta un reto futbolístico, sino también psicológico. Los peruanos han logrado ganar en Quito en sus dos últimas visitas, un precedente que les da confianza y que pesa sobre los ecuatorianos.
Además, Perú llega con el mismo objetivo que Ecuador: conseguir su primera victoria bajo un nuevo técnico. La diferencia es que, mientras Beccacece apenas está comenzando su ciclo, Jorge Fossati ya ha mostrado su capacidad táctica en partidos amistosos.
El uruguayo conoce el estadio Rodrigo Paz Delgado, donde alcanzó la gloria con Liga Deportiva Universitaria, y buscará aprovechar esa ventaja para motivar a su equipo.
El verdadero desafío para Beccacece radica en cómo manejará la presión de jugar en casa, donde Ecuador ha sido invicto en estas eliminatorias.
Las victorias ante Uruguay y Chile y el empate frente a Colombia demuestran que La Tri sabe defender su terreno, pero ahora deberá hacerlo con un nuevo liderazgo.
En ese sentido, las expectativas no pueden ser más altas: se espera que Ecuador no solo gane, sino que lo haga mostrando un fútbol que inspire confianza de cara al futuro.
Por otro lado, Perú no puede permitirse otro tropiezo. Con solo tres puntos y en el último lugar de la tabla, el margen de error es inexistente.
La Blanquirroja ha sido ineficaz tanto en ataque como en defensa, con apenas dos goles a favor y nueve en contra. El regreso de figuras como Gianluca Lapadula y Alexander Callens es una luz de esperanza para los peruanos, que saben que una derrota podría sepultar definitivamente sus aspiraciones mundialistas.
A medida que se acerca el silbatazo inicial, los ecuatorianos cuentan con la presencia de jugadores clave como Piero Hincapié y Moisés Caicedo, quienes han dejado claro en sus declaraciones que este es un partido en el que no hay margen para el error.
La afición, impaciente por ver los frutos del nuevo proceso con Beccacece, espera una victoria contundente. Pero, más allá del resultado, lo que realmente se pondrá a prueba es la capacidad de Ecuador de encontrar un equilibrio entre su solidez defensiva y una ofensiva que, hasta ahora, ha dejado mucho que desear.
Recomendadas