23 oct 2024 , 12:05

Al Real Madrid nunca lo den por muerto, y menos en el Bernabéu

Vinicius, candidato al Balón de Oro, firmó un triplete que abonó a una remontada épica en Champions.

   
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Si hay algo que los aficionados del fútbol han aprendido a lo largo de los años, es que al Real Madrid no se le puede dar por muerto, y mucho menos en su fortaleza: el Santiago Bernabéu.

Los hinchas de este club saben muy bien que, cuando parece que todo está perdido, su equipo puede resurgir con remontadas épicas que desafiaban la lógica.

Es una de las razones por las que la mística del Bernabéu se ha convertido en una leyenda por derecho propio, y por qué el Madrid sigue siendo temido, sin importar lo que el marcador diga.

La reciente remontada 5-2 contra el Borussia Dortmund en la Liga de Campeones es solo el último capítulo en el libro de hazañas europeas del club merengue.

El vigente campeón de Europa, que perdía 2-0 en el Santiago Bernabéu cuando ya se cumplía una hora de partido, lo igualó en un par de minutos y a la postre terminó goleando 5-2 al equipo alemán, al que ya había derrotado en la final de la última Champions.

Cuando todo parecía perdido, y el Dortmund tenía un pie en la victoria, los jugadores del Real Madrid, empujados por su afición incansable, volvieron a demostrar por qué son el rey de Europa.

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Lo que comenzó con un 2-0 en contra se transformó en una victoria contundente en cuestión de minutos. Cinco goles en poco más de media hora, eso es digno de aplaudir, de admirar y de anhelar.

El Real Madrid había sido una sombra de sí mismo en el primer tiempo. El Borussia, en cambio, fue eficaz y solidario, soñaba con la conquista del feudo blanco, pero como tantos otros equipos antes que ellos, sufrió la mística del Bernabéu en las noches de Champions.

Vinicius, con su triplete, fue la figura que encendió la chispa, pero este tipo de gestas no ocurre por accidente. La comunión entre equipo y afición en el Bernabéu es un factor que pesa, que asfixia a los rivales y da alas a los jugadores.

Como bien dijo Vinicius, candidato al Balón de Oro que se entragará el lunes: "Sabemos que cuando estamos en nuestra casa con nuestra afición, puede pasar de todo". Esa fe inquebrantable es lo que convierte al Real Madrid en un equipo único.

Entonces recuperó el conjunto blanco la mística de las remontadas para llevarse los tres puntos que le permiten situarse en la tabla de posiciones de la Champions cerca de los puestos de clasificación directa a los octavos de final.

El Borussia Dortmund, que venía en un excelente momento, pudo comprobar lo que otros equipos han sufrido antes: en el Bernabéu, los partidos nunca terminaron hasta que el árbitro pita la final.

Es un estadio que ha sido testigo de las más grandes hazañas, donde los jugadores se crecen en la adversidad y donde el público nunca deja de empujar, creyendo siempre en una nueva página gloriosa para su equipo.

Carlo Ancelotti lo resumió a la perfección al final del partido: "Puede ser un momento clave en nuestra temporada". El Real Madrid sabe que los momentos críticos son los que forjan a los campeones, y en su casa, rodeados de los suyos, esas oportunidades no se desperdician.

Por eso, cualquier equipo que se enfrente al Madrid, especialmente en el Bernabéu, debe tener en cuenta que, aunque parezca dominarlos, la historia ya nos ha enseñado una y otra vez que este equipo puede cambiar el rumbo en cuestión de minutos.

No importa cuántas veces lo hayamos visto, cada remontada tiene un matiz diferente. Pero el denominador común siempre es el mismo: el Real Madrid nunca está muerto, y menos cuando juega en su casa.

El Real Madrid de las remontadas épicas en las noches europeas ahora llegará con la confianza por las nubes al clásico de la Liga española del próximo sábado ante el FC Barcelona. Nadie se lo querrá perder.

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