Discurso homofóbico del alcalde no caló en Pujilí, donde ganó José Arroyo, de la comunidad LGTBIQ+

El discurso homofóbico de Luis Ugsha, alcalde y aspirante a la reelección en Pujilí, en la provincia de Cotopaxi, no caló entre su población, mayoritariamente indígena, que en estas elecciones seccionales 2023 eligió como nueva autoridad a José Arroyo, de la comunidad LGTBIQ+.

Durante un mitin, Ugsha describió a la comunidad LGTBIQ+ como "una plaga" y "un demonio contra la ley de Dios", expresiones que fueron rechazadas profundamente por colectivos defensores de los derechos de identidad de género y libertad de orientación sexual.

Alcaldes que buscan reelección emiten discursos homofóbicos y machistas: uno llamó "plaga" a la comunidad LGTBIQ+

Pero el rechazo también fue expresado en las urnas, donde Ugsha solo recibió 8.453 votos, lo que representa el 17,86%. Arroyo, en cambio, fue preferido por 30.149 electores de Pujilí, una representación del 63,71%.

En pleno siglo XXI, que algún miembro de la comunidad LGTBIQ+ resulte electo como autoridad, no tendría por qué ser noticia, sino algo normal, pero cabe destacar el contexto en que Arroyo ha ganado abrumadoramente en esta pequeña población indígena, patrialcal, donde incluso el alcalde profirió frases de descrédito.

"No quisiera que mi hijo sea hermafrodito, no quisiera que mi hijo esté manoseando a otro varón, no quisiera que mi hija esté entre mujeres abrazándose y besándose. Eso no existe", dijo Ugsha en tarima, aludiendo la preferencia sexual de su contendor.

Estas son expresiones "que colocan en peligro nuestras vidas y nuestras familias", reaccionaron desde “Acuerdo por la igualdad” hacia el Voto LGBT+, una coalición conformada por la Federación Ecuatoriana de Organizaciones LGBT+ y la Plataforma Nacional Trans.

El alcalde electo atribuyó su triunfo al hecho de haber llegado de forma verdadera a la ciudadanía: "que no vea solo lo externo, sino el interior de la persona, las ganas por trabajar, así como el deseo por contribuir de alguna manera al desarrollo de la tierra".

Añadió que las ofertas que se hicieron son reales y empezará por "devolverle el respeto a Pujilí". Arroyo aseguró que que no será una autoridad, sino un servidor público.

Arroyo no rehuye a hablar sobre la importancia de que él haya resultado ganador de esta elección. De hecho, concentra el porcentaje más alto logrado por un alcalde en la Sierra Central. Pero sueña con el día en que no se hable más sobre estereotipos, de minorías, sino que simplemente se hable de seres humanos.

“Hoy, nosotros como pujilenses, estamos gritando al mundo que la inclusión es posible y que aquí estamos, con absoluta identidad y respeto hacia los demás, pero también con absoluto respeto hacia nosotros mismos, vamos a luchar por las consecuciones sociales que tanto necesitamos”, aseveró el alcalde electo de Pujilí.

Arroyo destacó que la votación mayoritaria provino de la parte rural, indígena, de un cantón netamente patriarcal, lo que a su criterio refleja que la sociedad está evolucionando.

“Estamos viviendo una verdadera inclusión. Las minorías gritarán que están presentes y que merecen respeto, inclusión, seguridad; que no merecen que las maten, que les griten o que las humillen, ni que haya atropellamientos".

Arroyo también dijo sentirse feliz por la elección de Diana Caiza, la primer mujer indígena que desde mayo próximo estará al frente de la Alcaldía de Ambato.

"Diana, que es una muy amiga mía, a la que quiero mucho, independientemente de cómo se vista, de cómo hable o cómo luzca, es una mujer y un ser humano que va a demostrar que está preparada para hacer mucho por Ambato".

Para Arroyo, más allá de los cargos que ocuparán desde mayo, "es una responsabilidad supergrande la que tenemos Diana y yo al representar a minorías".

Dijo estar consciente de que no ganaron solo por un discurso o por ser parte de alguna comunidad minoritaria. "Ahora debemos llevar a la práctica lo que ofrecimos para cumplir con la verdadera justicia social que tanto nos han ofrecido y que nunca ha llegado”.