Varios récords mundiales fueron batidos desde que existen los Juegos Olímpicos: desde el lanzador de jabalinas hasta los 100 metros.
Varios récords mundiales fueron batidos desde que existen los Juegos Olímpicos: desde el lanzador de jabalinas hasta los 100 metros. Es por esto que presentamos una videografía que compara los récords olímpicos con el desempeño de animales, objetos o situaciones de la vida real.
Aun con su mejor tiempo en los 100 metros, 9,58 segundos, el jamaicano Usain Bolt sería derrotado por un guepardo, pero no tendría problemas para vencer a un camello.
Con un salto récord de 8,95 metros, el estadounidense Mike Powell podría cruzar fácilmente una carretera de dos carriles, aunque su salto quedaría corto en comparación con el de un canguro.
El saltador de pértiga sueco Armand Duplantis tiene el récord de 6,18, más o menos la altura de dos pisos de un edificio.
Los clavadistas, por su parte, saltan desde la plataforma de 10 metros, cayendo el equivalente a tres pisos.
En 1986, el ucraniano Yuriy Sedykh lanzó su martillo más allá de la longitud de un tren subterráneo cuando estableció el récord mundial. Diez años más tarde, el atleta checo Jan Zelezny lanzó su jabalina más lejos que la longitud de un campo de fútbol.
En 2016, en halterofilia, la categoría de más de 105 kilos, Lasha Talakhadze, de Georgia, levantó 258 kilos, lo que equivale a un armario de roble de dos metros de alto por dos de ancho.
En la prueba de las barras paralelas, el gimnasta griego Dimitrios Loundras se convirtió en 1896 en el medallista más joven en la historia de los Juegos al ganar con tan solo 10 años, la edad en que los niños suelen comenzar las clases de gimnasia.
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