15 ago 2024 , 15:11

Luisa González, ¿la mejor?

   

La noticia política de este feriado correrá por cuenta de la asamblea de la Revolución Ciudadana para designar al binomio presidencial para las elecciones de febrero próximo.

En una organización tan vertical, el proceso de democracia interna es figurativo, porque la decisión final está determinada por el buró del movimiento que, como todos sabemos, está bajo el control de Rafael Correa.

Por tanto, las tensiones que se han filtrado en las últimas horas tienen que ver con el sí definitivo que marque el expresidente, incluso antes de que el cónclave se realice. No hay nada formalizado, de momento, en el proceso de inscripción de aspirantes para competir por la nominación oficial. Por lo tanto, los nombres de Luisa González, Gustavo Jalkh, Augusto Verduga y Paola Pabón se han posicionado en la medida en que la opinión pública ha hablado de ellos, claro está, sobre el mercadeo personal de cada una de estas figuras.

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Y al ver que en el tramo final de este proceso, González ha sido la que más presencia y atención ha concitado, varias facciones dentro del correísmo aseguran que ella será la ungida por segunda ocasión.

¿Pero es la mejor candidata? Veamos algunos aspectos de estos cuatro rostros.

Luisa González hace un año se fogueó en la elección más difícil de toda la historia de esta corriente política, porque tras el asesinato de Fernando Villavicencio las acusaciones y culpas por semejante desgracia cayeron sobre sus hombros. Y la candidata, que logró pasar a la segunda vuelta, hizo una gran campaña de cara al balotaje que le permitió recuperar miles de votos y quedar en el segundo lugar a menos de cuatro puntos de diferencia de Daniel Noboa.

Los entendidos en contiendas electorales saben que un personaje que está vigente en el imaginario de los votantes tiene una mayor ventaja para seguir en una nueva lid. González, en ese sentido, ha tenido una permanencia constante en el último año. Es decir, ha seguido en campaña permanente.

Por otro lado, tuvo la entereza de romper varias barreras que hasta las elecciones de 2023 habían encapsulado al correísmo, como por ejemplo ir a la prensa y debatir con ella su visión de país.

González es muy cercana a Correa, hecho fundamental para un caudillo que, a su manera, querrá controlar la Presidencia de la República para que no le ocurra lo que con Lenín Moreno ni bien se posesionó en 2017.

Se dirá que ella, pese a ser la presidenta nacional de la RC5, no es precisamente un cuadro histórico y con sólidas bases. Pero la fuerza le viene por el lado de las cúpulas, donde el pragmatismo es mucho más fuerte que las corrientes nostálgicas de izquierda que perviven aún, lo cual ayuda a que su discurso sea mucho más abierto por, ejemplo, hacia el sector empresarial.

El otro candidato es Gustavo Jalhk. Hombre bien formado y con trayectoria y discurso político. Conoce bien a las bases de Quito, huérfanas de líderes propios. Sin embargo, para la Revolución Ciudadana ese no es un dolor de cabeza, pues sigue enfrascada en capitalizar su poder en Manabí y Guayas.

El gran problema de Jalhk es su pasado. En caso de ser el candidato seleccionado, su campaña tendrá que ser reactiva, porque el fantasma de la toma de la Justicia desde 2011 le rondará hasta el final. Él fue el gran arquitecto y gestor de esas reformas institucionales que terminaron por secuestrar el poder Judicial bajo los intereses de un caudillo que sueña con que le revisen los juicios.

La otra opción es Augusto Verduga. El joven consejero de Participación Ciudadana representa el ala más radical de la izquierda de ese movimiento político, con lo cual su capacidad para negociar y entender un país que necesita inversión extranjera, mercados abiertos y dinamización se le pondría cuesta arriba. Y, claro, el solo hecho de ser parte de este proceso demuestra que el cuento de la Liga Azul era real. Es decir, que hay consejeros de participación que responden a Rafael Correa, lo que le significará un grave reproche institucional, generando mucha preocupación por lo que él quisiera hacer con el quinto poder, si gana la Presidencia.

Se entiende que su nombre toma relevancia por su juventud, queriendo ser una alternativa frente a Daniel Noboa en la reelección. Es decir, que la gente elija entre un joven y otro.

La cuarta precandidatura es la de Paola Pabón, actual prefecta de Pichincha. Ella sí cuadro histórico del correísmo, con calle, bases, discurso de izquierda y gran militancia política.

Enarbolaría la bandera de Quito en estas elecciones. El problema es que su gestión como Prefecta nunca ha sido notable y a pesar de que ganó la reelección en 2023, conquistó menos del 28% de los votos. Es decir, se le hará difícil liderar una corriente nacional de adhesiones. Vista la gravísima situación por la que atraviesa Venezuela, con el fraude electoral de Nicolás Maduró, una eventual candidatura de Pabón puede resultar vulnerable dentro del debate sobre la democracia. Su asesor político y de comunicación de cabecera, Orlando Pérez, estuvo en Caracas el 28 de julio para lavarle la cara al dictador.

¿Por quién se inclinará Correa? Muchos dentro de la RC5 ya conocen su nombre.

*La muerte de Nelson Serrano. El ecuatoriano falleció la madrugada de este jueves 8 de agosto producto de un infarto. Más de 20 años estuvo en una prisión en EE.UU. acusado de un crimen cuyas investigaciones y proceso penal estuvo plagado de irregularidades. Su familia y abogados clamaban por su inocencia, tratando de evitar la pena de muerte a la que fue sentenciado hace 18 años. Serrano murió por el gravísimo deterioro de su salud, sin que su lucha haya dado los frutos esperados. Solidaridad con sus allegados. https://www.ecuavisa.com/noticias/ecuador/2024-08-08-quien-era-nelson-serrano-ecuatoriano-corredor-muerte-eeuu-LG7811728
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