Se podría decir que con la cadena nacional, dispuesta la noche del domingo 24 de noviembre, la campaña del candidato-presidente comenzó de forma oficial.
En ella, el Gobierno da cuentas de este año de gestión y de chiripa marca los términos de los temas y los personajes que entrarán en proyecto de la reelección.
Fueron 12 minutos de un mensaje a la nación, producido en un video de alta definición con el que Noboa y su equipo marcan el ritmo de las próximas 11 semanas, las que separan al Ecuador de los comicios del 9 de febrero.
Noboa en ropa deportiva, también de traje, corbata y gafas. Con guayabera en unas ocasiones y chaqueta de cuero virado en otras. Aparece con su esposa y uno de sus hijos, además de que por primera vez se muestra a su equipo de trabajo articulado, con cifras y menciones sobre los logros de la gestión.
Lo que no podía faltar, gente de a pie, validando a un presidente dentro de un formato de 12 minutos de pura propaganda.
Su capacidad de gestionar el Estado y disponer de herramientas como las cadenas dan a Noboa una inmensa ventaja para hablar de un país, el suyo, que dice es un Nuevo Ecuador, nacido luego de plantarle cara a las mafias y a los políticos corruptos que las asisten. Aquí va el primer mensaje para aquel sector del país que defiende el legado de la fiscal Diana Salazar y el discurso de Fernando Villavicencio. En síntesis, ese anticorreísmo qué candidatos como Henry Cucalón o Francesco Tabacci, se esmeran por conquistar.
También Noboa rescata, para este sector de la población, su política fiscal y el cuidado de la dolarización de la mano de los multilaterales. Solo se dice que cayó el riesgo país, pero no que sigue siendo más alto que el de Argentina, solo superado por Venezuela.
Noboa habla de bonos y empleos para los jóvenes y vivienda (aunque sean menos de 800 casas) para los más pobres para no que no lo olviden ni se alejen de él, porque hace un año fueron su base electoral. ¿Suficiente para restarle cancha al correísmo, que más le cuestiona los logros de su política social y laboral? ¿O al PSC, convertido en nueva izquierda de Guayaquil?
La crisis eléctrica está de llena de promesas, cifras y eufemismos. Se habla de bajas tarifas eléctricas, de 1.598 megavatios para 2025, aunque no se menciona ya si los apagones se terminarán en diciembre. Tampoco del desempleo de hoy, sino de lo bueno que vendrá después.
También se reseña la buena atención que el IESS da, como siempre lo ha hecho, a casos catastróficos. Pero no se habla del desabastecimiento de medicinas y de lo eterno que es sacar una cita médica.
Noboa pintó el domingo un país claramente positivo que tendrá que contrastarse con una ruda realidad. ¿Lo hará la gente de a pie o los políticos y candidatos que a 11 semanas de la elección aún no tienen un libreto contundente?
¿La estrategia del correísmo, sus bases y aceitada articulación podrán arruinarle el nuevo empujón a Noboa? Aún es muy pronto para responder.
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