El duelo en el banquillo entre los españoles Luis Enrique y Unai Emery rememora la épica remontada del primero sobre el segundo, hace ocho años.
- Willian Pacho, defensor del PSG, disputará los cuartos de final de la Champions League.( )
Por años, la Champions League ha sido el escenario donde se escriben epopeyas. Este miércoles, en el Parque de los Príncipes, la historia parece encontrar un nuevo capítulo, con Luis Enrique al mando del PSG y Unai Emery comandando al Aston Villa, frente a frente, en un duelo con aroma a revancha personal entre dos de los tres técnicos españoles instalados en cuartos de final.
Han transcurrido más de ocho años, pero quién podría olvidar las imágenes de aquel 8 de marzo de 2017 cuando Luis Enrique y Unai Emery protagonizaron una de las más memorables eliminatorias de octavos de final de la máxima competición europea.
El PSG, que dirigía en aquel entonces el Unai Emery, hoy al frente del Aston Villa inglés, había ganado 4-0 al Barça de Luis Enrique en París, pero luego los catalanes lograron una remontada épica, con un 6-1 en el Camp Nou que nadie creía posible.
Decirlo, o escribirlo, parece fácil por la amplitud del resultado, pero aún recuerdo cuando me tocó ver y escribir sobre ese partido de vuelta. El Barcelona poco a poco se iba acercando a achicar la serie global y cuando a punto estaba de creer en el milagro de un 4-0 en casa para emparejar el marcador, vino el descuento del PSG.
El Camp Nou enmudeció, la gente se empezó a ir porque ya era el tramo final del encuentro. Los hinchas del Barça se resignaban, se iban, pero llegaron dos goles más y la historia cambio. Algunos ya habían salido del estadio e intentaban regresar a ver lo que había sucedido: ¡Una épica remontada! fue el titular que le puse a la nota.
Así de emocionante es esta Champions en la que Luis Enrique disfruta ahora de su segunda temporada en el PSG, con el que acaba de conquistar su segundo título de la Ligue 1. Semifinalistas el año pasado en Champions, los parisinos quieren dar un paso más.
Pero desde Ecuador, hay un motivo extra para seguir de cerca esta batalla: Willian Pacho, el defensor tricolor que se ha ganado su lugar en el PSG, quiere dar otro paso hacia la gloria continental.
Ecuador debe sentirse representado este miércoles. La presencia de Willian Pacho, consolidado como uno de los zagueros más prometedores del continente, pone al país en el mapa de una Champions que históricamente nos ha mirado desde lejos.
Su fichaje por el PSG no fue un golpe de marketing, fue una apuesta por su solidez, su temple y su lectura del juego. Los números lo respaldan totalmente al tricolor.
Este PSG invita a verlo jugar, más allá de que esté Pacho o del duelo de españoles en el banquillo, pues ya no es el circo de estrellas desconectadas. Ya no se trata del tridente dorado de Messi, Neymar y Mbappé. Este es un equipo que respira fútbol colectivo, presión alta y posesión paciente.
En el PSG de Luis Enrique, Pacho ha encontrado su lugar. Verlo en una cita como esta debe alimentar el orgullo y también la ambición. Porque si el PSG da un paso más, no solo se acercará a su ansiada primera Champions, también permitirá que un ecuatoriano esté cada vez más cerca de levantar el trofeo más codiciado del fútbol de clubes. Y eso, en un país que respira fútbol, no puede pasar desapercibido.
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