Dorival Júnior se llena de excusas para justificar a un equipo de estrellas que hace rato no brillan.
Brasil debutó en la Copa América 2024 con un empate sin goles ante una Costa Rica que sorprendió al continente -y al mundo entero- con este resultado, sostenido por su defensa y los reflejos del portero Patrick Sequeira, que nunca ha jugado en primera división.
El 0-0 dejó insatisfechos a los aficionados y, aunque el seleccionador Dorival Júnior destacó algunas "cosas buenas", la realidad es que Brasil exhibió notables fallas en ataque.
Brasil, con un equipo repleto de estrellas que juegan en las mejores ligas del mundo, como Vinícus en el Real Madrid, solo por citar un ejemplo, no pudo hacer un solo gol a un portero que juega en la tercera categoría del fútbol español y que demostró buenos reflejos.
Dorival Júnior, a cargo de Brasil desde enero, lamentó la falta de "profundidad" y acierto de su equipo en el empate con Costa Rica.
Es cierto que Brasil mostró destellos de buen fútbol, pero estos fueron eclipsados por una evidente incapacidad para finalizar las jugadas. La 'Canarinha' tuvo múltiples oportunidades para romper el cero en el marcador, pero la falta de precisión en los últimos metros fue alarmante.
En lugar de enfocar su análisis en la "doble marcación" del equipo de Gustavo Alfaro sobre Vinícius Júnior (al que terminó sacando) y las "dimensiones reducidas del campo", el seleccionador debería estar más preocupado por la falta de un armador efectivo.
La ausencia de Neymar se sintió profundamente, no solo por su habilidad individual, sino por su capacidad para desorganizar defensas compactas, algo que Brasil necesitó desesperadamente ante Costa Rica.
Brasil intentó una y otra vez penetrar la defensa costarricense sin éxito, y esta falta de adaptación es un punto crucial a considerar. La 'Canarinha' pareció carecer de un plan B, algo que los grandes equipos siempre tienen.
Cuando las cosas no funcionan, la capacidad de cambiar tácticamente es vital. Sin embargo, Brasil persistió en un enfoque que claramente no estaba funcionando.
Dorival Júnior habló de la recuperación rápida de la posesión como un punto positivo. Si bien es cierto que Brasil mostró eficacia en este aspecto, la posesión sin propósito no sirve de mucho.
El problema radica en qué hacer con el balón una vez recuperado. La transición ofensiva de Brasil fue lenta y predecible, facilitando la labor defensiva de Costa Rica.
El técnico brasileño también apuntó a las "dimensiones reducidas del campo" y al "doble marcaje" como factores que favorecieron a Costa Rica. Estas excusas no solo son poco convincentes, sino que desvían la atención de los verdaderos problemas.
Criticar la táctica defensiva del rival no cambiará la realidad de que Brasil fue incapaz de encontrar soluciones ofensivas.
Es preocupante ver a Dorival Júnior más concentrado en señalar las estrategias del oponente que en reconocer las deficiencias de su propio equipo. Un gran entrenador sabe mirar hacia adentro y hacer los ajustes necesarios, en lugar de externalizar los problemas.
Con partidos contra Paraguay y Colombia en el horizonte, Brasil no puede darse el lujo de repetir los mismos errores. Dorival Júnior debe aprovechar estos días para trabajar intensamente en las falencias ofensivas de su equipo.
Identificar un nuevo creador de juego, ajustar la movilidad en el último tercio del campo y diversificar las opciones de ataque son tareas urgentes.
El empate ante Costa Rica no solo fue una advertencia, sino un llamado a la acción. Brasil tiene el talento y la capacidad para competir al más alto nivel, pero necesita una dirección técnica que sepa maximizar estos recursos.
La historia de la 'Canarinha' está llena de éxitos construidos sobre la capacidad de adaptarse y superar desafíos. Es hora de que Dorival Júnior abrace este legado y enfoque sus esfuerzos en fortalecer a su equipo desde dentro, en lugar de criticar las fortalezas de sus adversarios.
La Copa América recién comienza, y Brasil aún tiene tiempo para corregir el rumbo. Pero para ello, Dorival Júnior debe dejar de lado las excusas y concentrarse en encontrar soluciones reales a los problemas que enfrenta su equipo.
Las recientes estadísticas no mienten: dos victorias en nueve partidos y cinco encuentros no amistosos consecutivos sin ganar. ¿Dónde está el Brasil que conocemos?
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