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La Navidad, tradicionalmente vista como una época de alegría, luces, celebraciones y momentos dulces, no siempre es un motivo de felicidad para todos.

Mientras muchos disfrutan de la temporada, otros se enfrentan a la conocida depresión navideña, un trastorno emocional que afecta a un número significativo de personas durante esta época del año.

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Este malestar puede variar desde una tristeza ligera hasta una angustia profunda. Entre sus principales causas se encuentran la presión por cumplir con las expectativas sociales y familiares, la ansiedad por alcanzar los propósitos del nuevo año, así como la sensación de que la Navidad, en lugar de ser una celebración, se convierte en una carga emocional.

Aunque no se considera un diagnóstico clínico específico, la depresión navideña hace referencia al malestar emocional relacionado con las festividades.

Según el doctor Ken Duckworth, director médico de la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales de Estados Unidos, este término describe el estrés, agotamiento y tristeza que muchas personas experimentan durante la temporada navideña.

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El experto explica que esta condición puede estar vinculada a recuerdos dolorosos o experiencias difíciles vividas en las fiestas pasadas. "Las festividades pueden generar una gran presión social para estar felices y cumplir con expectativas poco realistas, lo que provoca estrés, ansiedad y, en muchos casos, tristeza", señaló Duckworth en una entrevista con Every Day Health.

Por su parte, el psicólogo Seth Gillihan apunta que "los recuerdos de personas ausentes o las dificultades familiares pueden ser especialmente dolorosos en esta época del año". La depresión navideña afecta a personas de todas las edades, géneros, condiciones y orientaciones sexuales.

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