En Ecuador se arroja más de medio millón de toneladas de plástico cada año

Nuestro planeta se ahoga con el plástico. La contaminación por este material se ha convertido en uno de los problemas medioambientales más urgentes, ya que el incremento de la producción de plásticos desechables supera la capacidad del mundo de reciclarlos.

La tendencia 'zero waste' o cero desperdicios es un salvavidas frente a esta problemática.

El peso de toda la humanidad alcanza 359 millones de toneladas. Ese es el plástico que se produce en el mundo cada año; y se prevé que, a este ritmo, la cantidad se duplique para 2050.

Para tener una idea, cada minuto se vende un millón de botellas desechables en todo el mundo.

Un problema alimentado por la comodidad y el hiperconsumo. Esa cultura de usar y tirar recipientes, utensilios y envolturas, que tienen una vida útil de minutos, pero persisten en el mundo durante cientos de años.

Los ecuatorianos arrojan 531.461 toneladas de plástico cada año. El problema es que no todo puede reciclarse.

Más del 40% del plástico se utiliza una sola vez y después se desecha.

"Hay plásticos que son más fáciles de reciclar y otros que en el largo plazo pueden ser más difícil, como cuando tenemos plásticos de dos o tres capas, como los empaques de los snacks que vienen con plásticos y láminas metálicas, dice Andrés Rigail, docente de ingeniaría en materiales de la Espol.

El 79% de la basura plástica termina en vertederos o en el medio ambiente.

En medio de esta crisis, cada vez más personas se están uniendo al movimiento 'zero waste' o cero desperdicio, como la bióloga María Gracia González, que empezó su proceso llevando su termo al trabajo y ahora utiliza cubiertos y productos de higiene sostenibles.

Mónika Natscher llegó hace 4 años de Alemania y se quedó aquí para empezar una línea de productos de higiene sostenibles.

"Vine como turista a Ecuador y me encontré con una naturaleza muy bonita, pero contaminada", cuenta la emprendedora.

Fernando Pozo es socio propietario de una tienda ecosaludable de productos al granel. "Si lo pensamos, el primer cepillo de dientes de plástico que fue inventado hace unos cien años todavía no se ha terminado y existe en algún lugar del planeta".

¿Es suficiente esta tendencia?

"Esta no es una solución que sea sustentable en el tiempo", dice Rigail, experto en materiales de la Espol. "Debe haber un marco general y global. Yo sé que están las leyes, pero faltan las normativas, porque pueden haber cientos de incentivos que logren cambiar algo y ahí debe el Estado ser facilitador".

Este es un tema que plantea desafíos ecológicos en todo el planeta y cuyo impacto medio ambiental nos orilla a buscar alternativas antes de que terminemos asfixiados en un mar de plásticos.