Aceite utilizado en cocina tiene nuevo uso gracias al reciclaje

El aceite es uno de los líquidos grasos más comunes y lo hemos utilizado para freír nuestros alimentos durante décadas.

¿Pero qué tan peligroso podría ser para el planeta? Quizá nunca nos hemos cuestionado.

El aceite de cocina, por más inocuo que parezca, produce una serie de daños graves. Si lo desechamos por la tubería, es capaz de generar atascos en diferentes puntos de la red de aguas municipales, y lo que es peor, si llega a los ríos, una sola gota podría contaminar hasta mil litros de agua.

Además, esto altera el intercambio de oxígeno, perjudicando a los seres vivos que habitan en los ríos y consecuentemente afecta al ecosistema.

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Hasta hace poco el aceite no se reutilizaba en el país, no se lo reciclaba, pero eso cambió.

Susana Orozco, recicladora de la red de Riobamba ‘Manos que Limpian’, dice que gracias a las capacitaciones de un grupo de jóvenes de la Universidad de Yachay ahora también contribuye a cuidar el medio ambiente.

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"Mucha gente nos mira por debajo, porque reciclamos, pero no se imaginan el bien que le hacemos a nuestro planeta".

Además tienen en el aceite una nueva forma de generar dinero.

Tarquino Cando, presidente de la Asociación de recicladores ‘Manos que Limpian’, dice: "esto nos ayuda económicamente porque la economía del reciclador es baja".

El aceite que recolectan los recicladores llega hasta una pequeña fábrica en Ambato. Panka Inventions es como han denominado a este proyecto integrado por universitarios de Yachay y maestros investigadores.

Los pasos para reconvertirlo no son sencillos. Primero lo filtran y luego viene un proceso químico minucioso hasta convertirlo en biodiesel.

Herminia Sanaguano, docente de la Universidad Estatal de Bolívar, dice que el biodiesel es un producto elaborado a partir de un producto orgánico y se degrada más rápido que el que viene del petróleo.

El aceite reciclado con el que se elaboran los alimentos, una vez reconvertido, se lo puede usar como aceite industrial para desengrasar, lubricar y evitar la oxidación de piezas metálicas, como las cadenas de las bicletas, por ejemplo.