El ancestral perro peruano con pelo sobrevive a la sombra de la popularidad de la variedad sin pelo.
Olvidado durante siglos, el ancestral perro peruano con pelo sobrevive a la sombra de la popularidad de la variedad sin pelo, pero ahora se busca su reconocimiento por ser el guardián del legado genético que asegura la preservación de la única raza canina originaria de Perú.
Después de tres años de trámites, la Asociación de Amigos de los Perros sin Pelo del Perú consiguió que la Federación Cinológica Internacional (FCI) reconociera el pasado año al perro peruano con pelo como variedad de la misma raza, al ser "una reserva genética" del que carece de pelo, según dijo a Efe la presidenta de la institución peruana, Claudia Gálvez.
La criadora indicó que la carencia de pelo en el animal peruano, que hace que se le conozca popularmente como "perro calato" (desnudo), es un síndrome causado por la mutación del gen Foxi3, que también provoca otras alteraciones como la caída prematura de las piezas dentales, el crecimiento acelerado de las uñas o incluso la muerte prenatal de los cachorros.
"Si juntas el síndrome durante cuatro o cinco generaciones, la raza se degenera hasta casi desaparecer y los cachorros nacen con problemas", pero esto se evita al reproducir el perro sin pelo con un ejemplar del perro peruano con pelo, que mantiene inmutable el crítico gen, comentó Gálvez.
Es común que en una camada de perros peruanos haya tanto ejemplares sin pelo como con pelo, aunque la criadora lamentó que, tradicionalmente, "se ha seleccionado siempre los ejemplares sin pelo porque, algunos criadores, desestimaban a las crías con pelo y no las registraban dentro de la camada".
Para preservar la raza, los perros con pelo registrados deberán ser, en un inicio, producto del cruce de dos ejemplares desnudos debidamente inscritos en un libro o registro genealógico, y estos únicamente podrán aparearse con ejemplares de la variedad desnuda, y así igualmente en generaciones venideras.
A excepción de su pelaje, la fisonomía del perro peruano con pelo es la misma que la de la variedad sin pelo, e incluso presentan los mismos colores "con una gran diversidad, que va desde el negro puro, al marrón, acompañado de manchas blancas", apuntó Gálvez.
Sin embargo, existen diferencias en el comportamiento del can ya que, según la criadora, "se observa que, desde pequeño, el perro con pelo no tiene frío, gracias a su pelaje, y es mucho más extrovertido que el perro sin pelo".
"Los que tienen un perro peruano sin pelo saben reconocer a uno de la variedad con pelo, pero cuando los ven por la calle, la gente que no conoce esta circunstancia piensa que son perros mestizos y sin raza", apuntó.
Claudia Gálvez reconoció que esto contrasta con la adopción que las culturas prehispánicas de la costa norte de Perú daban a las dos variedades del perro peruano, con una mayor predilección por los ejemplares con pelo, "que son más representados en cerámica".
"En la cultura Moche se representa al perro con pelo en la caza del venado. Era más aceptado que el perro sin pelo porque tenía una mejor mordida y servía para cazar. El perro sin pelo tenía una mordida más deficiente y se usaba para temas medicinales, magia, y actos místicos", explicó.
La experta recordó que también se encuentra representaciones del perro sin pelo en la cerámica de las tumbas reales del Señor de Sipán, gobernador de la región norteña de Chiclayo en el siglo III d.C., "pero siempre relacionado con un tema religioso".
"Se supone que el perro sin pelo acompañaba a los muertos para que pasaran a la vida de ultratumba. Era usado básicamente para eso", señaló Gálvez.
La Asociación estima que la población de perros peruanos con pelo es un tercio de los ejemplares sin pelo, y este mes lanzó su ya tradicional "calatario", un calendario con fotografías conjuntas de perros con pelo y sin pelo, para fomentar su crecimiento y reconocimiento en el país sudamericano.
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