Uso de explosivos es recurrente en bandas criminales para generar terror

De la delincuencia común al terrorismo, del microtráfico a carteles transnacionales. El crimen organizado conquista nuevas modalidades de amedrentamiento y preocupa al Estado y los ciudadanos.

De acuerdo con especialistas., una estrategia de las bandas es la utilización del terror como un mecanismo para marcar territorio.

El último evento que provocó conmoción ocurrió la madrugada de este 14 de agosto de 2022, en el barrio Cristo de Consuelo en Guayaquil, en la calle 8. Los moradores se despertaron con un fuerte estruendo, provocado por una explosión "de proporción", de acuerdo a lo que informó la Policía Nacional.

Los delincuentes, según testimonios de los moradores, llegaron en una motocicleta y dejaron un paquete que luego explotó.

El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo que los explosivos fueron fabricados con sustancias químicas y de manera artesanal, envueltos en estructuras metálicas que al momento de detonar quedaron en los cuerpos de las víctimas.

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El jefe zonal de la Policía, Víctor Zárate, dijo que es un explosivo de alto poder y que se hacen las pericias para determinar el tipo de sustancias que se utilizaron.

"Alguien que nos ayude por favor", se escucha en el video de una moradora que circuló en redes sociales y que daba cuenta -a oscuras- de la magnitud de los hechos.

El narcocrimen es la prioridad del Gobierno, eso dijeron las autoridades en la rueda de prensa para dar cuenta de los esfuerzos realizados en contra del narcotráfico. Sin embargo, los hechos demuestran que la escalada de violencia no se detiene.

La especialista en temas de seguridad e inteligencia y docente universitaria, Lorena Piedra, dice que es propio de los carteles de narcotráfico la utilización de explosivos.

Las cifras del Grupo de Intervención y Rescate, GIR, recogidas por Televistazo a principios de julio evidencian un incremento en las emergencias con estos artefactos.

Durante todo el 2021 en el país los uniformados atendieron 52 incidencias entre explosiones, destrucción de granadas y neutralización de objetos sospechosos. Mientras que en apenas seis meses de este año, van 78 casos. Según la policía, las provincias donde más se han reportado estos atentados son Esmeraldas y Guayas.

Aunque son varios los casos, hay algunos memorables, por ejemplo, en abril de 2022 detectaron explosivos en un centro comercial de Guayaquil, cerca de donde se iba a desarrollar la audiencia de uno de los cabecillas de Los Choneros. De detonar ese artefacto hubiera provocado graves daños en una zona donde transitan decenas de personas.

Un auto bomba explotó frente a la cárcel Regional 8 de Guayas, junto a la Penitenciaría del Litoral y La Roca. Provocó afectaciones en un restaurante sin generar heridos.

En Esmeraldas, el 19 de mayo explotaron dos coches bomba, uno frente a una unidad educativa.

10 días después otro auto explotó afuera de un cuartel de la Policía de la ciudadela La Florida, en el norte de Guayaquil.

El primer atentado de gran magnitud fue en 2018. El 27 de enero, las instalaciones del Comando de Policía de San Lorenzo fueron destruidas por la explosión de un coche bomba colocado por el grupo disidente de las FARC 'Oliver Sinisterra', liderado por alias Guacho, asesinado en diciembre del mismo año durante un operativo en Colombia. La explosión dañó 69 casas, afectó a 345 personas.

Lorena Piedra dice que no. Cree que lo único que se puede hacer es lograr que no escale y se llegue a atentados mayores. A su criterio, la solución está en invertir en inteligencia, con analistas especializados.

Adelanta que existirán represalias ante hechos como este. Dice que bajo la lógica delictiva, parte del lucro de las organizaciones es provocar terror, de ahí viene la palabra terrorismo. "Mientras más miedo, más me obedecen".