Ya es un escenario que Carondelet empieza a considerarlo con mayor atención. Temen que la forma tan atropellada con la que se manejó la crisis eléctrica y la imposición agresiva de apagones de ocho horas diarias, incida de forma negativa en los resultados de la consulta popular.
Es decir, que sus 11 preguntas se conviertan en la primera gran herramienta para valorar la gestión del presidente Daniel Noboa. Y desde esa posibilidad hay tres temas extremadamente sensibles: extradición de delincuentes, trabajo por horas y arbitrajes internacionales en materia de inversión.
Los casi tres días que restan para llegar al cierre de las urnas (17:00 del domingo 21) serán fundamentales para Noboa y su proyecto político. Él, más que nadie, sabe que el silencio electoral de 72 horas puede resultarle adverso si pierde el control de la conversación en redes sociales.
Así le ocurrió en la segunda vuelta electoral de octubre pasado. Según los archivos de la encuestadora Comunicaliza, Noboa había llegado al 57% de la intención del voto, el fin de semana previo a la elección, en el que los muñecos de cartón causaron furor en el electorado para perder casi cinco puntos en la votación real que los recuperó Luisa González, la candidata del correísmo.
¿Qué pasó en esos días previos al 15 de octubre? Arreciaron unas líneas de discusión que afectaron la imagen del candidato puntero en temas como las deudas tributarias de la familia Noboa. Para ello, el correísmo activó todos sus ‘boots’ y ejércitos de trolls disponibles para empujar los conceptos que las caras más visibles de la Revolución Ciudadana, analistas y periodistas cercanos a sus filas esgrimían con persistencia.
Desde esa experiencia digital, Noboa no la tiene fácil. El consultor político Andrés Jaramillo advierte que hay tres hechos, en los últimos 18 días, que han marcado el devenir de la consulta. El alza del IVA que, según su análisis del comportamiento de las redes sociales, hizo que el apoyo a este evento electoral cayera del 80 al 65 por ciento. Luego vino la irrupción en la Embajada de México para capturar a Jorge Glas, que le abonó cinco puntos más a la conversación positiva de la consulta, posicionándose así en el 70 por ciento.
Pero el desatinado manejo de la crisis energética, sobre todo por la falta de explicaciones y la difusión adecuada de horarios de los apagones, habría ocasionado una pérdida de 15 puntos positivos en la conversación sobre la consulta popular.
De manera que el presidente Noboa llega al silencio electoral, según Jaramillo, con un 55% de conversación favorable de cara a su consulta, a la espera de que la tendencia se estabilice. El Gobierno, en cambio, dice que sus cifras son del 60% y que Noboa entusiasma mucho en sus visitas a la ciudad.
De hecho, en las últimas mediciones persiste una tendencia al voto en plancha en favor del Sí que pudiera aventajar a un presidente que, este momento, sigue siendo popular, a diferencia de lo que ocurrió la consulta de febrero de 2023, donde la imagen de Guillermo Lasso era muchísimo más débil. Los cortes de luz harán que la gente, inevitablemente, deje de consumir Internet estas horas. Es decir, que tendrá el mismo aluvión de mensajes anticonsulta, pero tampoco el Régimen podría llegar con fuerza a defender su cuestionario.
Por tanto, un escenario probable es que el domingo Noboa rescate algunos ‘Sí’ tranquilizadores y deba leer con calma otros ‘No’ inesperados, donde la fuerza de todos estos porcentajes marcará el ritmo político de cara a su proyecto de reelección.
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