13 feb 2014 , 07:36

Tensa calma en Venezuela entre acusaciones y llamados a la paz

   

Jóvenes opositores y chavistas protestaron de nuevo en las calles por las muertes ocurridas ayer.

Venezuela se mantuvo hoy en una tensa calma después de los hechos de violencia del miércoles que dejaron tres muertos y más de sesenta heridos, sucesos de los que el chavismo acusa a opositores mientras desde todas las tendencias contrarias al Gobierno se llama a la paz.

 

Pese a la relativa tranquilidad en las calles poco transitadas de Caracas, jóvenes opositores y chavistas protestaron de nuevo en las calles por las muertes ocurridas ayer cuando dos jóvenes fallecieron en circunstancias de las que cada bando responsabiliza al otro.

 

Las pequeñas protestas se desarrollaron pese a la advertencia del presidente, Nicolás Maduro, quien en la noche del miércoles advirtió de que todo aquel que marchara sin tramitar antes un permiso a las autoridades sería detenido de inmediato.

 

Uno de los principales señalados de planificar los actos de violencia es el dirigente del partido Voluntad Popular (VP) Leopoldo López, que tendría ya una orden de aprehensión, según información publicada en el diario El Universal, aunque esta notificación aún no ha sido recibida por el opositor, indicaron sus colaboradores a Efe.

 

El coordinador de VP, Carlos Vecchio, aseguró este jueves que López no huirá del país tras las acusaciones en su contra y que "va a dar la cara porque no tiene (...) nada que temer" y porque va a seguir en la calle luchando por los sueños de Venezuela".

 

En ese sentido, indicó que López se encuentra en su casa evaluando la situación con sus abogados.

 

El dirigente opositor, que fue uno de los organizadores y convocantes de la marcha contraria al Gobierno ayer, ha promovido una campaña a la que denomina "La Salida" en la que invita a participar en asambleas de calle en las que se discutan la formas de salir del Gobierno de Maduro de forma pacífica y en el marco constitucional.

 

La fiscal general venezolana, Luisa Ortega, confirmó en la mañana del jueves que los hechos de violencia que se produjeron tras las movilizaciones dejaron tres muertos, 66 heridos graves y 69 detenidos y aseguró que cuenta con fotos y vídeos de los sucesos que ayudarán a dar con los responsables de las muertes y agresiones.

 

Ortega calificó las acciones violentas de "fascistas" y "terroristas" tras indicar que uno de los fallecidos era un dirigente social llamado Juan Montoya, miembro de un colectivo chavista del 23 de enero (bastión chavista en Caracas) y de quien el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, dijo el miércoles que era "un camarada íntegro y luchador".

 

La fiscal indicó, no obstante, que "lo peor fue contra el Ministerio Público" pues la sede de este organismo, que fue el destino final de la marcha opositora de ayer, fue atacada con objetos que destrozaron la fachada, más de cincuenta vehículos sufrieron daños y otro organismos del Estado también fueron atacados.

 

El ministro del Interior, Miguel Rodríguez, acusó directamente a políticos de oposición y a activistas de la sociedad civil de estar detrás de un plan que se gesta desde hace "bastante tiempo" para conducir al país a una salida irracional, inconstitucional y violenta".

 

"La reunión se hizo en México y la finalidad fue adiestrar en métodos de desestabilización violenta a un grupo de líderes estudiantiles y de la juventud de movimientos de extrema derecha", indicó Rodríguez.

 

El canciller venezolano, Elías Jaua, dijo que la violencia de ayer fue "planificada" y tras acusar directamente a López y a la diputada María Corina Machado, apuntó que hay opositores que incluso han alertado "sobre esa corriente violenta" y puso como ejemplo al líder de la oposición Henrique Capriles.

 

"Es tan grave lo que esas personas están planeando y han ejecutado el día de ayer que hasta los propios sectores de la oposición los han denunciado. Hemos visto como en las últimas semanas el gobernador (de Miranda, centro) Henrique Capriles (...) ha alertado sobre una corriente violenta", dijo Jaua.

 

Capriles por su parte ofreció una rueda de prensa en la que volvió a tomar distancia de los llamados de un ala de la oposición para exigir la salida anticipada del Gobierno del poder, al defender su opción por un "camino más largo" que evite situaciones que conduzcan a la violencia.

 

"Nosotros elegimos el camino más largo, a algunos no les gusta, pero es el camino seguro", dijo el excandidato a la Presidencia que repudió los incidentes registrados ayer y salió al paso de quienes lo cuestionan por su supuesta actitud pasiva frente al Gobierno.

 

"La violencia le interesa a este Gobierno para tapar la crisis (...) Nosotros hemos advertido, claramente, que la violencia solo le conviene a un lado", dijo.

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