Viviendas de interés social, en Guayaquil, sin áreas verdes y aisladas
Al menos cuatro proyectos habitacionales están ubicados fuera de los límites de la ciudad.
El conjunto residencial Mi Lote, de Villa Bonita, estuvo en el ojo público luego de que una fotografía evidenciara la falta de áreas verdes. Ante el peso de las críticas la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, aclaró que la obra fue construida hace siete años, es decir, en la época de Jaime Nebot.
Pero aquella fotografía gris, que muestra casas en repetición, además, retrata otra problemática de las viviendas de interés social. Están ubicadas lejos de la ciudad. Lejos de fuentes de empleo, de centros educativos, del comercio. Una situación que en la academia ha sido nombrado como segregación urbana, hogares en la periferia.
Entonces, ¿cuándo un barrio se considera segregado? Lo explica Rosa Elena Donoso, arquitecta urbanista y docente invitada de Flacso-Ecuador, "cuando no se cumple el derecho a la ciudad, es decir, una situación de marginalidad cuando no hay conexión de la vivienda con el entorno".
Es que entre los siete elementos que expone Naciones Unidas para que una vivienda sea adecuada, el sexto habla sobre la localización de la misma, "debe ofrecer acceso a oportunidades de empleo, servicios de salud, escuelas, guarderías y otros servicios e instalaciones sociales".
El otro costo
Un ejemplo de ello es también Villa Bonita, ubicado en el kilómetro 15 y medio de la vía Daule. Sobre este proyecto, Alina Delgado, arquitecta, especialista en vivienda y docente de la Universidad de Guayaquil, destaca que "está ubicado fuera de los límites administrativos de la ciudad (establecidos en 1991), por ejemplo, cuando uno ve el mapa de Guayaquil está demasiado alejado del Centro".
En ese sentido, la arquitecta Donoso, resalta que "toda la ayuda en la vivienda de interés social se desbalanza cuando le sumas el costo de transporte y la pérdida de sus contactos sociales".
Tiendas en la sala
Debido a que las casas están alejadas de áreas de comercio, anticipa Donoso, las personas buscarán suplir las necesidades, "lo que va a suceder, es que la gente se sienta obligada de transformar su sala en tiendas, su dormitorio extra en alguna otra función productiva para aprovechar la demanda que hay entre vecinos".
Así, se crea otra deficiencia interna en el hogar, y con la pandemia los espacios para estudiar o trabajar, son esenciales, recalca.
El origen del problema
Pero ¿por qué no son construidos cerca de la ciudad? El problema radica en el suelo, describe Luis Alfonso Saltos, arquitecto, y especialista en planificación urbana, "lamentablemente en ciudades de América Latina como en Guayaquil, siempre la cantidad de suelo que se necesita para hacer estos proyecto van a estar ubicados en la periferia".
Sin embargo, Saltos destaca que aquello va ligado a otra problemática, la falta de planificación urbana, que "es lo que permite ver a la ciudad de manera integral, para evitar los problemas mencionados".
¿Soluciones?
Los especialistas consultados concuerdan que es un problema complejo, pero con solución. "Se debe escoger lotes mejor conectados, asegurar que tengan servicios, no solo luz, agua potable, y alcantarillado, sino transporte, educación", expone Donoso.
Concuerda con ello, Saltos y destaca que existe el cómo, pero falta voluntad política, "hay terrenos baldíos regados por la ciudad, en el Centro, en el Suburbio, que el Municipio podría incentivar a la empresa privada crear multifamiliares o trabajar sus programas municipales en esos terrenos".
Otra cura a la situación, añade Delgado, es establecer medios de transportes, pero la idea, sostiene "es que el municipio proponga otro tipo de proyectos de vivienda y no la aislada que propicia la segregación". Aunque reconoce que es el tipo de vivienda que la ciudadanía ha preferido, "los municipios no se arriesgan porque quizás es más difícil lograr la aceptación, pero en realidad traerán mayor beneficio para el desarrollo sostenible de la ciudad".
Actualización*
Ecuavisa.com consultó al Municipio de Guayaquil, entre otra preguntas, sobre los sistemas de transporte conectados a estos proyectos residenciales, y en el caso de Villa Bonita, expresó que desde octubre de 2016 se autorizó la primera ruta 82 que moviliza a los usuarios hacia distintos puntos de la ciudad como es la vía a Daule, Terminal Satélite Pascuales, Mucho Lote 1. Otra ruta es la 132 que presta servicio desde la cooperativa de vivienda Sergio Toral, hasta Terminal Satélite Pascuales.
Sin embargo, ninguna de ellas está conectada directamente con el centro de Guayaquil, por ende llegar hasta allí podría tomar una hora, expresó Carlos García, coordinador de la línea 82 de autobús a este medio (ver video).
Áreas verdes, no decoración
La foto que generó críticas entre actores sociales por simular una isla de cemento, frente a ello Donoso urge que "por la situación actual del cambio climático, Guayaquil debe poner atención en medidas de diseño urbano, ya no es opcional, la subida de la temperatura es real".
Mientras que, Saltos apunta a que no se ha transparentado las cifras sobre cuántos metros cuadrados de áreas verdes existen por barrio en la ciudad, "en lo global se puede justificar por las áreas de reserva, con los manglares, pero el problema es la falta de información para poder actuar".
Actualmente, en la Asamblea Nacional se está debatiendo la Ley orgánica de Vivienda de Interés Social, que ya pasó el primer debate y que pretende remediar entre otros problemas, la segregación urbana.
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