10 oct 2021 , 17:09

Ser niña en Ecuador: una realidad marcada por la violencia sexual

Cada día siete niñas menores de 14 años dan a luz en el país.

En Balao, provincia del Guayas, el pasado 9 de octubre, una niña de solo 12 años intentó quemar con gasolina la casa donde se encontraban su abuela y su conviviente. El incendio fue controlado, sin embargo, cuando la Fiscalía de Naranjal tomó declaraciones, la niña reveló haber sido violada durante varios meses por la pareja de su abuela.

Pero no solo por él, cuando decidió huir en el nuevo lugar donde fue acogida, allí el yerno de su amiga también la habría violado. Los abusos no acabaron. Cuando la niña volvió a cambiar de hogar, otra vez, habría sido abusada sexualmente por un menor de 13 años.

Casos como estos son el rostro de la dura realidad de lo que es ser niña en Ecuador. No están seguras ni en las escuelas, tampoco en sus hogares. En el país se han registrado 1.399 denuncias por abuso y acoso sexual en el contexto educativo desde 2018 a 2020. Así, según el observatorio de la niñez y adolescencia, tres de cada 10 niños son abusados ​​sexualmente.

Las cifras duelen, pues en la mayoría de los casos los responsables suelen ser parte del círculo cercano de la víctima, quienes se supone deberían protegerlas. De hecho, durante 2020 hasta marzo de este año, 16 niñas fueron víctimas de delito de violación incestuosa.

Por eso, en el Día Internacional de la Niña, lejos de ser una fecha de celebración, es un día para presionar por respuestas ¿por qué la violencia sexual sigue sucediendo? ¿Cuáles son las deudas del Estado con las niñas ecuatorianas?

Lissette Pardo Jijón, abogada penalista en temas de género, conoce de cerca a quienes componen las cifras, desde su punto de vista, hay dos frentes que agudizan la problemática, uno es la falta de preparación de la justicia en cuánto a género y por otro lado, la necesidad de impartir educación sexual integral, pues en muchos casos, dice, las víctimas no son conscientes de que están siendo agredidas.

En ese segundo punto, Wilma Andrade, asambleísta de Izquierda Democrática, concuerda y expone sobre la importancia de que sea incorporada en las mallas curriculares, “en el Código de la Niñez y la Adolescencia que no fue aprobado, incluimos que se imparta una educación sexual a los niños, es la única manera que puedan protegerse es conociendo sus derechos".

De 12 a 15 años es el rango de edad donde más casos de denuncia por abuso y acoso sexual se han registrado. En el 2020 hubo una disminución de denuncias debido a la pandemia los estudiantes se quedaron en casa.
De 12 a 15 años es el rango de edad donde más casos de denuncia por abuso y acoso sexual se han registrado. En el 2020 hubo una disminución de denuncias debido a la pandemia los estudiantes se quedaron en casa. ( )

Otra arista donde se debe intervenir es en el sistema judicial, expone Pardo, "es muy negligente en temas de género, no suelen creer a las niñas, hay casos que se archivan porque la víctima no puede articular lo sucedido”. A ello se suma que los procesos son lentos y de difícil acceso, “si estuvieran capacitados una formulación de cargos debería durar seis meses”, sin embargo, el tiempo es mayor y termina siendo un proceso revictimizante para la víctima, por ello, revela, muchas veces la familia desiste en medio camino.

Así la grave problemática social dibuja escenarios casi cotidianos en las calles: una niña cargando a otra niña en sus brazos.

Niñas madres

En ese sentido, la violación sexual termina reflejada en las altas tasas de embarazo en menores de edad. Ecuador es el segundo país con mayor tasa de embarazo adolescente de la región, solo después de Venezuela.

Cada día siete niñas menores de 14 años dan a luz que según el COIP ecuatoriano son producto de violencia sexual, pues se configura como un delito tipificado e n artículo 171; que se castiga con una pena de 19 a 22 años.

La realidad de las menores es cruel. Las mayoría son violadas por su círculo cercano, comenta Virginia de la Torre de la Fundación DESAFÍO. Las cifras también lo respaldan, pues el 65% de los casos son en su entorno familiar.

“Ecuador es un estado fallido. Ecuador no ha logrado en los últimos 20 años de darle una respuesta al tema. No es una sola política. El Ecuador debe trabajar debe trabajar en reducir la violencia sexual. Las niñas son violadas y por sus familiares, es incesto y todavía no se hace nada para frenarlo ”, afirma de la Torre.

En 2020, 3.157 niñas de entre 10 y 14 años fueron a la primera consulta de control prenatal a los establecimientos del Ministerio de Salud Pública. Mientras, se registraron 1.631 nacidos vivos.

En ese mismo año, 49.365 mujeres entre 15 y 19 años , fueron a la consulta y 43.260 bebes nacieron.

Para Virgina de la Torre estas cifras demuestra dos cosas. Las niñas siguen siendo violadas en casa, por que fue el año de pandemia y muchas no llegan a terminar el embarazo , por lo tanto, estuvieron expuestas a prácticas de aborto clandestino donde su vida corre peligro. Por otro lado, hay un subregistro porque “hay mujeres que no acuden al sistema de salud público”.

Aborto por violación

El pasado 29 de abril de 2021 la Corte Constitucional decidió despenalizar el aborto en casos de violación y la Asamblea Nacional trabaja en una ley para regular la interrupción del embarazo en estas circunstancias, donde las niñas y adolescentes son las más vulnerables.

De la Torre, considera que “es la primera vez que el estado regresa a ver a las niñas y adolescentes violadas, pero esta decisión no es una política de estado, fue el resultado de una lucha social y de la decisión de la Corte Constitucional, pero no alcanza ”.

Cada día 7 niñas menores de 14 años dan a luz en Ecuador
Cada día 7 niñas menores de 14 años dan a luz en Ecuador ( )

Por su parte, la Secretaría de Derechos Humanos implementó un plan para erradicar la violencia a la mujer llamado “Femicidios Cero”, mientras, el Consejo de la Judicatura junto a otras entidades levantaron la información estadística para dar seguimiento a estos casos.

“Elaborar estrategias es importante y actualizar los datos es importante, pero no nos alcanza. La violencia en contra de las mujeres es un problema estructural y las estrategias deben ser globales porque el objetivo es que no maltraten, maten y violen a las niñas y mujeres ” , concluye de la Torre.

Para las activistas los pasos que da Ecuador para prevenir la violencia de género son buenos, pero es necesario que las niñas y mujeres sean el centro de políticas públicas globales.

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