El impacto de volver a clases, luego de 18 meses de pandemia

Las escuelas vuelven. Tras un año y medio de la pandemia del COVID-19, hoy 1 de septiembre, más de 1.7 millones de estudiantes del régimen Sierra y Amazonía (septiembre-junio) empezaron un nuevo año escolar.

De las 6.722 instituciones educativas que existen en ambas regiones 1.191 retornan a clases, de las cuales 204 son urbanas y 987 son rurales, confirmó a Ecuavisa.com un portavoz del Ministerio de Educación.

Es que desde el pasado 12 de marzo de 2020, el Ministerio de Educación decidió cerrar las escuelas y colegios para así evitar los contagios de covid-19 en Ecuador. Así la educación virtual ha sido un reto para el aprendizaje. Por eso, ¿en qué estado vuelven los alumnos a las aulas?

Según información oficial de Unicef compartida a Ecuavisa.com la virtualidad tuvo un impacto en el aprendizaje de los alumnos. De hecho, en Ecuador, seis de cada 10 estudiantes consideran que han aprendido menos en el tiempo de la pandemia. Lo que supone un evidente retraso, entonces ¿cómo enfrentar los vacíos en el aprendizaje?

En ese sentido, la organización recomienda que las instituciones deberán diseñar y fortalecer modelos pedagógicos y de acompañamiento socio emocional que "permitan recuperar las pérdidas de aprendizaje que han tenido las niñas, niños y adolescentes en este periodo de emergencia sanitaria".

Estas acciones, según Unicef, deben tener mayor énfasis con la población rural y "con quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad".

Sin acceso a internet

La educación a distancia o virtual ha sido un desafío debido al acceso a la conectividad, pues no todos lo tienen. Nueve de cada 10 hogares con niños, niñas y adolescentes en el estrato económico más bajo, según datos de Unicef, solo pueden acceder a educación a través de un celular.

En cambio, en siete de cada 10 hogares del nivel socioeconómico alto estudian a través de un computador.

Por otro lado, para continuar la educación a distancia, cinco de cada 10 hogares, especialmente en zonas rurales, necesitan tener internet o mejorar la calidad de la conexión.

Aquello se reflejó en el inicio a clases del Colegio de Bachillerato Macas, en la provincia de Morona Santiago, el docente Carlos Guamangate, expresó que la calidad de conectividad en un reto para impartir clases a quienes no asisten "la institución nuestra no tiene un internet bueno, solo en el área administrativa se colapsa, peor como decía la ministra que podemos trabajar al mismo tiempo a las aulas y virtualmente, nosotros no vamos a poder", expresa y añade que debido a aquello entregarán fichas para los estudiantes que no puedan asistir.

Luis Noa, padre de familia, menciona la misma problemática sobre la conectividad en la zona "en comunidades no tenemos, pero hemos hecho lo posible para tener en cada una de las casitas, aunque sufriendo el costo elevado", reconoce.

Costo emocional

Pero otro problema se suma al escenario, las familias más vulnerables presentan mayor afectación emocional. En seis de cada 10 hogares con inseguridad alimentaria severa, los niños se han sentido tristes o sin ánimo, expone Unicef, y lo que sin duda afecta a su rendimiento escolar.

Inversión en escuelas

El presidente Guillermo Lasso anunció hoy 1 de septiembre que para llegar a la plena actividad educativa pospandemia se gestionará la obtención de 650 millones de dólares que se destinarán para rehabilitar los centros educativos a escala nacional.