Una teoría sobre el nuevo Papa

Por algunas semanas más, el mundo tratará de armar el perfil espiritual y político de León XIV. Un cargo de tanto peso que se erige en medio del misterio, los códigos y la presión de la Iglesia Católica da para tejer cientos de teorías de lo que será su apostolado.

¿Un contrapeso para Donald Trump en la guerra de los relatos? Si se siguen las críticas puntuales y recientes de Robert Prevost a las políticas antiinmigrantes del mandatario de Estados Unidos, quizás esta sea una hipótesis inicial. Lo mismo que sus señalamientos al polémico vicepresidente JD Vance por su malinterpretación del evangelio de Cristo.

Es decir, queda la expectativa de que el primer papa estadounidense de la historia funja como una suerte crítico de gran nivel hacia el mandatario de ese país que, en 100 días de su segundo gobierno, ha puesto al mundo de cabeza con su guerra comercial, su ruptura con el multilateralismo y el fin la colaboración para el desarrollo de los países periféricos.

Sin embargo, así lo apunta el analista político venezolano radicado en EE.UU., Emmanuel Rincón, el flamante pontífice fue un activo militante conservador, al punto de votar en elecciones primarias dentro del partido Republicano.

Es decir, el perfil de un papa que también entiende y se relaciona con los sectores más tradicionales e influyentes del catolicismo.

A inicios del siglo XX, cuando ese papa italiano regía los destinos espirituales del planeta, en Europa había un cambio político y social sin precedentes. Los trabajadores luchaban por sus derechos y soñaban con una revolución que descuadre el orden de entonces.

León XIII entendió ese desafío y dictó la encíclica Rerum novarum. Si hace 135 años esta propuesta hablaba ya de la justicia social y el enfoque sobre la protección a los más vulnerables, cabe entender que León XIV hoy tiene una mirada de renovación sobre la Iglesia. Por eso, el analista Rincón concluye –en términos políticos- que el nuevo papado tendrá una marca de izquierda, en continuidad al legado de Francisco.

Y aquí surge otra interpretación. El fallecido pontífice será recordado como el papa de las periferias por haber nombrado cardenales de lugares remotos con incipiente presencia católica pero con una posibilidad de crecimiento. En Corea del Sur, Vietnam o Mongolia, por ejemplo.

Esto coincidió con el hecho de que Francisco nombró al 80 por ciento de los cardenales que votó en el cónclave de este jueves. Es decir, un cuerpo colegiado que habrá tenido mucha inspiración por su mentor.

De hecho, se conoce que León XIV era cercano a su antecesor.

A eso se suma su vinculación con América Latina, pues tiene la naturalización peruana por su trabajo de tantos años en Chiclayo. Habla muy bien español y, según Buró Estratégico, conoce de cerca y con fundamentos académicos, las causas de la pobreza estructural de la región que, por hoy, concentra el mayor número de fieles y católicos practicantes del mundo.

Prevost, como hecho anecdótico, ha visitado Ecuador y sabe de su realidad. De allí que mucho de sus oraciones y trabajo se dirijan a aplacar el drama de las poblaciones migrantes del mundo que constituyen la nueva esclavitud del mundo global y lo que quizá haya que reinterpretarlo desde una doctrina más sensible en la Iglesia.