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En estos casi tres meses legislatura, el Partido Social Cristiano ha demostrado tres cosas: que la alianza con el correísmo le resulta incómoda y vergonzante; que el juicio de la opinión pública les importa, y mucho; y, que por ahora su garantía de supervivencia política es ser noboístas, porque eso es lo ‘in’.
Lo ocurrido hace pocas horas sobre al informe para segundo debate de las reformas al COIP confirma, además, que la estrategia de La 6 es ser como el niño bien portado de la clase.
Obvio, en la política ecuatoriana, cuenta más cómo se luce a como se es en realidad. Por eso llama la atención que la bancada de Jaime Nebot siempre reacciona cuando el escándalo se hace público y concita el rechazo nacional.
¿Por qué debió ser Construye y no el PSC el bloque que denuncie en primera instancia la barbaridad que suponía ese grupo de reformas penales para eliminar la reserva de las investigaciones que lleva adelante Fiscalía o que se permita la revisión de casos juzgados (léase Sobornos, léase Rafael Correa) cuando estos tiene la observación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos o algún comité de la ONU?
¿La jugada política que más le conviene al PSC es no mojarse el poncho y esperar a que las circunstancias lo pongan en el lado correcto de la historia?
Interesante forma de proceder, en todo caso, porque así han aprendido a matar tres pájaros de un solo tiro.
1) Anuncian que no votarán por una reforma del correísmo; 2) esquivan la crítica de la prensa; y, 3) le evitan al presidente Daniel Noboa la fatiga de ser él quien dirima el costo político de tramitar un veto que ponga las cosas en orden, porque lo que cuenta, por el momento, es acompañar su buena popularidad mientras se aclara el panorama electoral.
En todo caso, lo que ha ocurrido hoy con respecto a las reformas al COIP es un punto más que los aleja del correísmo y su alianza que, labios para afuera, parece muy deteriorada. ¿Qué pasará en los temas más delicados que los compromete?
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