29 abr 2019 , 09:10

Por qué pedí que me amputaran las extremidades

   

Mike Davies dijo haber aceptado que sus manos y piernas "tenían que desaparecer".

Mike Davies, de 60 años, pasó 70 días en cuidados intensivos por una meningitis meningocócica y septicemia.

Durante este período, se dio cuenta de que sus manos y sus pies estaban "muertos" y que se recuperaría mejor sin ellos.

Ahora dice que se encuentra bien y que incluso puede "sostener un vaso de cerveza".

Con la ayuda de manos y piernas prostéticas, Davis puede conducir un auto especialmente adaptado y aseguró estar viviendo una vida plena.

"Mi mensaje para quienes sufran de amputaciones es que jamás se den por vencidos", declaró.

Contrajo la enfermedad la Nochebuena de 2017, cuando empezó a sentirse cada vez "más frío y más frío".

MIke Davies antes de contraer la enfermedad

 

 

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Image caption Davis contrajo la enfermedad poco después de mudarse a Brighton, en el sur de Inglaterra, con su esposa.

 

 

"El meterme en la cama no ayudó. Me veía como un fantasma con labios azules", explicó.

Su familia insistió en que se internara en el hospital local Royal Sussex.

A primeras horas del 25 de diciembre, los médicos le comunicaron a su esposa Julie y su hijo Rory que probablemente no sobreviviría.

 

 

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Qué es la meningitis meningocócica

  • La meningitis meningocócica es una infección bacteriana grave de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal
  • La bacteria Neisseria meningitidis puede causar meningitis meningocócica o septicemia, o una combinación de ambas enfermedades
  • La enfermedad se observa en todo el mundo pero se registra con mayor frecuencia en el África subsahariana
  • Puede afectar a personas de cualquier edad, pero particularmente a bebés, niños preescolares y jóvenes
  • Tanto la meningitis meningocócica como la septicemia son enfermedades que pueden causar la muerte, pero la mayoría de los pacientes se recuperan. La septicemia puede resultar más mortal que la meningitis.
  • La mayoría de los sobrevivientes se recuperan completamente sin secuelas a largo plazo. Sin embargo, uno de cada 10 quedará con una discapacidad importante como la pérdida de extremidades, sordera, epilepsia o daño cerebral.

 

 

La bacteria de la meningitis meningocócicaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image caption La bacteria de la meningitis meningocócica ataca las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.

 

 

Síntomas de meningitis meningocócica

Katia Abarca, pediatra e infectóloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile, explicó a la cadena CNN los tres síntomas importantes en los que hay que fijarse.

"Fiebre alta, dolor de cabeza y vómitos... vómitos explosivos", dijo la doctora Abarca en referencia a un brote de la enfermedad en Chile, en 2012.

"La persona está muy decaída y puede inclusive haber compromiso de consciencia, como tender a quedarse dormido", continuó.

"Nosotros los médicos buscamos la rigidez de la nuca, porque todo está tan inflamado que el movimiento hace que duela".

 

 

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"Cuando me tomaron de la mano no podía sentirlos. Mis manos y mis pies se estaban muriendo", explicó Davies.

Mike Davies

 

 

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Image caption A pesar de las amputaciones, Mike Davies se considera un "hombre afortunado".

 

 

Después de pasar 10 semanas en el hospital "al borde de la supervivencia", se dio cuenta de que sus extremidades tendrían que desaparecer.

"Empecé a ansiar que me amputaran mis manos y piernas", reconoció.

"Me habían suministrado muchos fármacos y acepté mentalmente que tenían que desaparecer para que yo pudiera recuperarme completamente", dijo.

 

 

Mike Davies en su autoDerechos de autor de la imagenPA
Image caption Davies conduce un auto especialmente modificado.

 

 

Después de las amputación, pasó dos meses y medio en el hospital universitario Queen Mary, en Roehampton, aprendiendo a caminar con piernas prostéticas.

Desde entonces, ha podido "caminar cinco kilómetros", puede alimentarse solo, usando cubiertos abrochados a los brazos y hasta puede "sostener un vaso de cerveza".

"Me siento mentalmente muy positivo sobre los obstáculos que todavía tengo que vencer".

"El apoyo de otra gente ha sido clave. Soy un hombre afortunado", concluyó.

 

 

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