La Defensoría del Pueblo solicitará a un juez la exhumación de los cadáveres sepultados.
Durante seis meses, Jenny Villegas ha recorrido desesperadamente hospitales y morgues para hallar a su esposo, Próspero Guevara Jaramillo, de 56 años, quien falleció en el hospital IESS de Ceibos en Guayaquil, víctima de la COVID-19, el pasado 29 de marzo.
Jenny es una de las 41 personas, cuyos familiares no aparecen, según cifras de la Defensoría del Pueblo. Esto a pesar de haber sido sometidos a pruebas de ADN y otros métodos de reconocimiento.
Otro caso es el de Lupe Gualpa, quien busca a su hermano Ronald David, quien tenía 34 años y murio en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo del IESS.
Frente a esta situación, la Defensoría del Pueblo pedirá a juez la exhumación general de cadáveres, según confirmó Zaida Rovira, vicedefensora del Pueblo.
La autoridad prevé que la exhumación de los cadáveres se realice a aquellos que fueron enterrados entre los meses de marzo y abril, los meses más criticos de la pandemia.
No obstante, enfatiza que la búsqueda de los desaparecidos es muy compleja, pues muchos de los cuerpos fueron incinerados.
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