Dice que demostrará que fue víctima de persecusión, por sus denuncias de corrupción en el Gobierno.
Tras un año y medio de prisión el capitán de Ejército Diego Vallejo abandonó la cárcel de Quito y se reencontró con su esposa.
El Tribunal Segundo de Garantías Penales lo sentenció por tenencia ilegal de armas. Vallejo reitera que fue víctima de un complot, que le montaron evidencias para mandarlo a la carcel por todo lo que sabe dice.
Vallejo recibió también una condena por asociación ilícita, pero buscará agotar los mecanismos internos para limpiar su nombre, dice, si no funciona acudirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Diego Vallejo fue capitán del Ejército, experto en lavado de activos y trabajo en ministerios y secretarías de Estado. Denunció que el ministro del Interior José Serrano ordenó investigar las cuentas del exfiscal Washington Pesantes y de perseguir al exactivista político Fernando Balda, la esposa de este último estuvo también en exteriores.
Vallejo asegura que no se cruzará de brazos y anuncia que buscará el momento para decir su verdad, aunque no explica a que se refiere.
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