Los glaciares en el mar de Amundsen, en el oeste de la Antártida, pierden hielo con mayor velocidad.
El derretimiento de los glaciares triplicó su ritmo durante la última década en una zona de la Antártida donde éste ya era importante, reveló el martes un estudio realizado a lo largo de los últimos 21 años.
Los glaciares en el mar de Amundsen, en el oeste de la Antártida, pierden hielo con mayor velocidad que en cualquier otra parte del continente y son los principales responsables de la subida del nivel de los océanos, recuerdan los investigadores de la Universidad de California en Irvin y del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la Nasa.
Dos estudios llevados a cabo en mayo pasado concluían que el derretimiento de grandes glaciares del oeste antártico, que contienen suficiente hielo como para que el nivel de los océanos suba un metro, se acelera con el calentamiento global, y el efecto parece irreversible.
Pero este estudio es el primero que evalúa y cruza datos de observaciones hechas mediante cuatro métodos de medición del derretimiento de los glaciares, que permiten establecer una estimación del volumen y del ritmo de pérdida de hielo en dos décadas, explican los científicos cuyo trabajo será publicados en la revista Geophysical Research Letters con fecha del 5 de diciembre.
"La pérdida de masa de estos glaciares se acelera a un ritmo sorprendente", destaca Isabella Velicogna, científica en la Universidad de California en Irvin (UCI) y en el JPL, coautora del trabajo.
"Varios estudios anteriores sugerían que esta región del oeste de la Antártida cambiaba muy velozmente desde los años 1990 y quisimos ver cómo las diferentes técnicas medían ese cambio", añade Tyler Sutterley, del UCI, el principal autor.
"El hecho de que cuatro técnicas arrojen los mismos resultados nos conforta en la idea de que nuestras mediciones son exactas", subraya.
Se trata de mediciones satelitales y por radar de la Nasa y de la Agencia Espacial Europea (ESA), así como siguiendo el modelo de clima atmosférico de la Universidad de Utrecht en Holanda.
El volumen total de hielo que se perdió desde 1992 fue en promedio de 83.000 millones de toneladas anuales. En comparación, los glaciares de la Antártida se derritieron lo equivalente a un monte Everest cada dos años durante los últimos 21 años. El Everest pesa 161.000 millones de toneladas.
El ritmo en la desaparición de estos glaciares también se aceleró un promedio de 6.100 millones de toneladas cada año desde 1992 y entre 2003 y 2009, cuando los cuatro métodos fueron usados en simultáneo, el ritmo de derretimiento de los glaciares creció en 16.300 millones de toneladas anuales, es decir que casi se triplicó en comparación con el conjunto del período de 21 años.
Los resultados de este último estudio se publicaron en momentos en que se llevan a cabo en Lima, Perú, dos semanas de negociaciones internacionales sobre el clima consideradas cruciales para llegar a un acuerdo global de lucha contra el calentamiento a fines de 2015 en París.
Los gases de efecto invernadero, entre los que destaca el dióxido de carbono (CO2), aumentaron 45% desde 1990, lo que podría convertir el 2014 en el año más cálido a nivel mundial desde que se tienen registros, en 1880.
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