ONU pide luchar contra la legitimación del trabajo infantil en América Latina
Según la OIT, 9,7 millones de niños trabajan en la región.
Expertos del Cono Sur se reúnen desde hoy hasta el viernes en Asunción para abordar cómo hacer que los casi 8 millones de niños trabajadores de América Latina y el Caribe se concentren en sus estudios y en disfrutar de su infancia.
"Hay que sacar a los niños del trabajo infantil para que se puedan desarrollar y lograr trabajos decentes" cuando sean adultos, dijo a Efe Eve Crowley, representante regional adjunta de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un organismo de la ONU.
En 2008 los menores trabajadores sumaban 9,7 millones en la región, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por lo que ha habido un descenso en los últimos años hasta los casi 8 millones constatados en 2012, aunque no tan rápido como la FAO desearía.
A nivel mundial hay más de 168 millones de niños que trabajan, más de la mitad de ellos en actividades que ponen en peligro su salud y su seguridad.
En el campo esas labores incluyen trabajos a altas temperaturas, con herramientas afiladas y agachados durante largas horas, según explicó a Efe Sergio Faiguenbaum, un experto sobre el tema de la FAO.
Muchos de los programas se han dirigido a detener el trabajo de los niños en el sector urbano, pero se ha dejado de lado el medio rural, donde la fiscalización es más complicada, indicó Faiguenbaum.
"En el campo el trabajo infantil está muy legitimado culturalmente y es defendido por los propios agricultores", señaló.
Crowley destacó que el trabajo de los niños en las chacras "no es aceptable cuando infringe sus derechos", como el acceso a la educación.
Las estadísticas del país anfitrión del taller demuestran el problema.
En Paraguay trabajan más de 416.000 menores, la mitad de ellos en el campo, según un estudio de la OIT basado en una encuesta nacional de 2011. Esa cifra equivale a casi uno de cada cuatro niños paraguayos, un porcentaje muy superior a la media latinoamericana.
Un 15,6 % de los menores que trabajan no asisten a la escuela, comparado con el 6,6 % entre los que no trabajan.
Casi la mitad de los niños trabajadores están expuestos a algún factor de riesgo como el calor o frío intenso, el polvo o la humedad, y más del 42 % ha sufrido lesiones o enfermedades por sus tareas.
Crowley recalcó que los estudios demuestran que las personas que trabajaron de niñas acceden a peores empleos cuando son adultos y es más probable que si tienen hijos los pongan a trabajar, lo que crea un círculo vicioso "que reproduce la pobreza".
Sin embargo sus padres no ven el peligro. En la encuesta en Paraguay aproximadamente siete de cada diez dijeron que el trabajo no causa cansancio a sus hijos y no interfiere con sus estudios o les hace perder clases.
Faiguenbaum aseveró que para eliminar el trabajo infantil son necesarias campañas de concienciación y recomendó aplicar programas de alimentación escolar, que son un "imán" para que los niños asistan al colegio.
También pidió la colaboración de los profesores para producir un cambio de mentalidad.
Se trata del tercer taller sobre trabajo infantil en agricultura realizado en América Latina, tras los llevados a cabo en El Salvador en 2013 y en Ecuador el pasado mayo.
Participan en las sesiones más de una treintena de representantes de los ministerios de los países del Cono Sur, así como de organismos internacionales.
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