Nuevo ministro de Sanidad de Brasil habla de combinar el aislamiento social y el incentivo a la economía
Nelson Teich, oncólogo y empresario del sector sanitario.
El oncólogo y empresario del sector sanitario Nelson Teich ha sido elegido por Jair Bolsonaro para ocupar el Ministerio de Sanidad en lugar de Luiz Henrique Mandetta, despedido el jueves tras semanas de conflicto con el presidente. “Es un honor estar aquí para ayudar al país”, dijo Teich, después de ser presentado por Bolsonaro. En un breve discurso, el nuevo ministro indicó que no haría cambios repentinos en la política del ministerio en plena pandemia, pero dijo que está alineado con el presidente y argumentó que la salud y la economía no pueden discutirse por separado.
Nacido en Río de Janeiro, Teich se graduó de la Universidad Estatal de Río de Janeiro y se especializó en oncología en el Instituto Nacional del Cáncer. Actualmente es socio de Teich Health Care, una consultora de servicios médicos, y fue consultor informal en la campaña electoral de Bolsonaro en 2018. Tras las elecciones, llegó a barajarse su nombre para asumir la cartera de Sanidad —recomendado por el actual ministro de Economía, Paulo Guedes—, pero el cargo acabó recayendo en Mandetta.
Teich fue presentado por el presidente, que estaba visiblemente tenso con el cambio que ha hecho en medio de la pandemia. El nuevo ministro habló rápidamente sobre sus expectativas en su nuevo puesto. “No se puede hablar sobre la salud y economía por separado. Ambas son complementarias”, afirmó el ministro, que citó la actividad económica como un factor importante para la salud. “El desarrollo económico arrastra otras cosas. Cuanto más se desarrolla, más se invierte en educación y en salud, el empleo es necesario”, dijo, junto a Bolsonaro, garantizando que existe una alineación completa entre ambos y “todo el grupo ministerial”, para que la sociedad pueda volver a tener una vida normal. Con este fin, defendió los datos y los estudios que guían las acciones del ministerio, una directriz que ya seguía su predecesor.
A pesar del discurso hecho a medida de los oídos del presidente, Teich siempre ha defendido el aislamiento horizontal. Desde el comienzo de la pandemia del coronavirus, ha publicado en LinkedIn análisis de la crisis que defienden esta posición, es decir, el confinamiento de toda la población. Al contrario que el presidente, que defiende el aislamiento solo de personas que pertenezcan a grupos de riesgo, como los ancianos. En uno de los artículos, argumentaba: “Además del impacto en el cuidado de los pacientes, el aislamiento horizontal es una estrategia que permite ganar tiempo para entender mejor la enfermedad e implementar medidas que permitan la recuperación económica del país”.
En otro texto, el oncólogo critica la polarización entre la salud y la economía —otro punto clave del enfrentamiento entre Bolsonaro y Mandetta—, acercándose, en este sentido, al presidente de la República. “Este tipo de problema es desastroso porque trata estrategias complementarias y sinérgicas como si fueran antagónicas. La situación se ha manejado de manera inadecuada, como si tuviéramos que elegir entre personas y dinero, entre pacientes y empresas, entre el bien y el mal”, afirma Teich.
Teich también defiende las pruebas masivas a la población, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la gestión actual del ministerio. Para él, es necesario aplanar la curva de contagio para que los sistemas sanitarios público y privado puedan crear estrategias para combatir la covid-19. “Afortunadamente, a pesar de todos los problemas, se ha llevado de forma perfecta hasta ahora. Se ha dado prioridad a los pacientes y a la sociedad y se han tomado medidas para controlar la enfermedad. Esta elección conlleva riesgos económicos y sociales, que se han abordado con medidas diseñadas para resolver posibles consecuencias negativas de las acciones sanitarias”, afirmó el médico. En su primera presentación pública como ministro, garantizó que seguirá la línea técnica y científica. También defendió el uso de pruebas masivas para garantizar datos precisos sobre los pacientes y definir acciones sanitarias y relajar el aislamiento. El problema es cómo lograrlo a la velocidad que necesita el país. Mandetta había anunciado la llegada de millones de pruebas en las próximas semanas, pero aún quedan desafíos logísticos por delante. Ni siquiera el Estado más rico del país, São Paulo, puede procesar el análisis de las muestras que toma: hay más de 13.000 resultados en espera, una cola que el Gobierno estatal promete eliminar solo a finales de abril.
La Asociación Médica Brasileña (AMB), cuyos representantes participaron el jueves por la mañana en la reunión entre Bolsonaro y Teich, respaldó el nombre del oncólogo como nuevo ministro. “Es un nombre que cuenta con todo nuestro apoyo y por el cual tenemos mucha simpatía. Respetado en la profesión médica, eminentemente técnico, gestor y altamente preparado para dirigir el Ministerio de Sanidad”, dijo en un comunicado el presidente de la AMB, Lincoln Lopes Ferreira.
Bolsonaro buscaba a un ministro que estuviera alineado con su discurso contra el aislamiento social y que defendiera flexibilizar estas medidas, reabriendo las escuelas y el comercio, por ejemplo, para reducir los impactos de la pandemia en la economía, a diferencia de las pautas actuales del Ministerio de Sanidad, que sigue las recomendaciones de la OMS. En ese sentido, Teich no sería la opción más obvia.
Con relación a otros requisitos previos que Bolsonaro consideraba prioritarios en la elección de un nuevo ministro de Sanidad, como la defensa del amplio uso de hidroxicloroquina para tratar la covid-19 y una postura firme contra el aborto, Teich todavía no se ha pronunciado. (EL PAIS)
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