La autoridad, abiertamente gay, insta al Papa a actuar frente a los casos de abuso sexual.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, pidió este sábado 25 de agosto de 2018 al papa Francisco utilizar su "posición" y su "influencia" para procurar que se haga "justicia" para las víctimas de abusos cometidos por eclesiásticos en "el mundo entero".
"Las heridas siguen abiertas y hay mucho por hacer para que las víctimas y los sobrevivientes obtengan justicia, verdad y curación. Santo Padre, le pido utilizar su posición y su influencia para que esto se haga aquí en Irlanda y en el mundo entero", declaró Leo Varadkar en ocasión de la visita del pontífice a Irlanda.
"Actualmente debemos asegurarnos de que las palabras vayan seguidas de acciones", insistió en un discurso en el castillo de Dublín, junto al Sumo pontífice, al que "por encima de todo" pidió que "escuche a las víctimas".
Desde 2002 más de 14.500 personas se han declarado víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Irlanda.
"Es una historia triste y vergonzosa", una "mancha en nuestro Estado, nuestra sociedad y en la Iglesia católica", estimó Varadkar.
El primer ministro irlandés también se refirió al lugar que ocupa la Iglesia católica irlandesa, cuya influencia, otrora enorme, ha ido decayendo debido a los escándalos de pederastia y a la evolución de las costumbres en este país de casi cinco millones de habitantes.
Señal de la emancipación de la sociedad irlandesa, el país legalizó en 2015 las bodas entre personas del mismo sexo, y desde 2017 cuenta con un primer ministro homosexual. En mayo pasado despenalizó el aborto.
"En nuestro Parlamento y en referéndum hemos votado a favor de modernizar nuestras leyes, habida cuenta de que los matrimonios no siempre funcionan, las mujeres deben tomar sus propias decisiones y las familias tienen distintas formas, incluidas las encabezadas por un abuelo, un padre solo o dos padres del mismo sexo o divorciados", declaró el primer ministro.
"Santo Padre creo que ha llegado el momento para nosotros de construir una nueva relación entre la Iglesia y el Estado en Irlanda, una nueva alianza para el siglo XXI. Espero que su visita suponga la apertura de un nuevo capítulo en las relaciones entre Irlanda y la Iglesia católica".
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