Reino Unido ha aceptado seguir contribuyendo al presupuesto de la UE hasta 2020
Dentro de un año, el Reino Unido abandonará -según lo previsto- la Unión Europea, pero las negociaciones sobre la futura relación están lejos de terminar entre Londres y Bruselas.
El viernes, la UE aprobó las directrices que deberán guiar al negociador europeo Michel Barnier en las conversaciones futuras sobre "el marco de la futura relación", que se llevarán a cabo en paralelo a las negociaciones sobre las condiciones del divorcio.
A continuación, una síntesis de lo que se sabe sobre la futura retirada británica del bloque europeo:
La fecha de salida de la UE
En principio, el Reino Unido abandonará el bloque el 29 de marzo de 2019, dos años después de haber activado oficialmente el procedimiento de divorcio con la UE y casi tres años después del referéndum del 23 de junio de 2016 en el que un 52% de los votantes británicos lo hizo a favor de la separación.
Sin embargo, la fecha podría aplazarse si el Reino Unido y los otros 27 Estados miembros así lo acuerdan.
Los términos de la salida
Londres y Bruselas alcanzaron un acuerdo preliminar en diciembre sobre tres cuestiones clave: la factura de la salida, los derechos de los ciudadanos europeos y la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda.
En relación con este último punto, la semana pasada los británicos aceptaron integrar la opción de un "espacio reglamentario común" que incluya a la UE y a Irlanda del Norte, al menos hasta que se encuentre otra solución satisfactoria.
"Los dirigentes evaluarán en junio si la cuestión irlandesa fue resuelta y cómo proceder para una declaración común sobre nuestra futura relación" con el Reino Unido, explicó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Respecto a los ciudadanos, se preservarán los derechos de los más de tres millones de europeos que residen en el Reino Unido y del más de un millón de británicos que viven en otros países de la UE y que podrán reclamar el estatuto de residente permanente.
Por último, el Reino Unido aceptó seguir contribuyendo al presupuesto de la UE hasta 2020 y honrar todos los compromisos adquiridos, lo que equivaldría -según sus cálculos- a entre 40.000 y 45.000 millones de euros.
El periodo de transición post-Brexit
En un discurso en Florencia el 22 de septiembre de 2017, Theresa May reclamó que se mantengan los lazos actuales con la UE durante un periodo de transición de dos años después del Brexit para evitar un cambio brutal de las normas para ciudadanos y las empresas.
Los 27 aprobaron, a finales de enero, el principio de "una transición 'statu quo'" en la que se mantengan la libre circulación de bienes, servicios y personas, si bien Londres ya no podrá pronunciarse sobre las decisiones de la UE. Este periodo durará hasta el fin de 2020.
La futura relación comercial
El Reino Unido quiere abandonar el mercado único y la unión aduanera para poder negociar sus propios acuerdos comerciales y poner fin a la libertad de circulación de ciudadanos europeos, pero desea un acuerdo de libre comercio "lo más amplio posible".
Con todo, Theresa May admitió que, tras salirse del mercado único, "la vida será diferente".
La UE insiste en que el futuro acuerdo de libre comercio debería preservar la indivisibilidad de su mercado único, recordando uno de sus principios básicos en esta negociación: nada de comercio "a la carta", sector por sector.
La cuestión de los servicios financieros, que interesa especialmente a la City, no se abordó en las directrices pero sí en una declaración separada en la que los 27 pidieron que la Comisión Europea proponga un mecanismo de equivalencias para que el sector financiero británico pueda seguir teniendo acceso al continente. Un acceso que podría ser revocado por Bruselas en todo momento.
Recomendadas