Miembros de 17 países condenaron la "ruptura del orden democrático" en gobierno de Maduro.
Actualización 18h21
Ministros de Relaciones Exteriores y representantes diplomáticos de 17 países de América condenaron el martes 8 de agosto de 017 la ruptura de la democracia en Venezuela, y desconocieron la reciente instalación de una Asamblea Constituyente, en una reunión en Lima.
En un comunicado leído a la prensa por el canciller peruano Ricardo Luna, expresaron "su condena a la ruptura del orden democrático en Venezuela" y "su decisión de no reconocer a la Asamblea Constituyente" que se eligió el 30 de julio, ni los actos que emanen de ella, por su carácter ilegítimo".
También entregaron "su pleno respaldo y solidaridad con la Asamblea Nacional" (Parlamento), de mayoría opositora, "democráticamente electa".
En el documento, suscrito tras siete horas de reunión en la capital peruana, mostraron también "su condena a la violencia sistemática a los derechos humanos y las libertades fundamentales, a la violencia, la represión y la persecusión política, a la existencia de presos política y la falta de elecciones libres".
En el acta, suscrita tras siete horas de reunión en la capital peruana, condenaron tambien "la violencia sistemática a los derechos humanos y las libertades fundamentales, a la violencia, la represión y la persecusión política, a la existencia de presos política y la falta de elecciones libres".
La Asamblea Constituyente, un "suprapoder", legislará hasta por dos años --más allá de la culminación del mandato del presidente Nicolás Maduro-- para reescribir la Carta Magna de 1999 y al mismo tiempo tomar otras decisiones de efecto inmediato.
Para la oposición, que no participó en la conformación y elección de sus miembros, esta entidad permitirá que Maduro se perpetúe en el gobierno.
A través de un comunicado, los participantes de la cita resolvieron:
1. Su condena a la ruptura del orden democrático en Venezuela.
2. Su decisión de no reconocer a la Asamblea Nacional Constituyente, ni los actos que emanen de ella, por su carácter ilegítimo.
3. Su pleno respaldo y solidaridad con la Asamblea Nacional, democráticamente electa.
4. Los actos jurídicos que conforme a la Constitución requieran autorización de la Asamblea Nacional, sólo serán reconocidos cuando dicha Asamblea los haya aprobado.
5. Su enérgico rechazo a la violencia y a cualquier opción que involucre el uso de la fuerza.
6. Su apoyo y solidaridad con la Fiscal General y los integrantes del Ministerio Público de Venezuela y exigen la aplicación de las medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
7. Su condena a la violación sistemática de los derechos humanos y las libertades fundamentales, a la violencia, la represión y la persecución política, la existencia de presos políticos y la falta de elecciones libres bajo observación internacional independiente.
8. Que Venezuela no cumple con los requisitos ni obligaciones de los miembros del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
9. Su seria preocupación por la crisis humanitaria que enfrenta el país y su condena al gobierno por no permitir el ingreso de alimentos y medicinas en apoyo al pueblo venezolano.
10. Su decisión de continuar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela.
11. Su apoyo a la decisión del MERCOSUR de suspender a Venezuela en aplicación del Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático.
12. Su decisión de no apoyar ninguna candidatura venezolana en mecanismos y organizaciones regionales e internacionales.
13. Su llamado a detener la transferencia de armas hacia Venezuela a la luz de los artículos 6 y 7 del Tratado sobre el Comercio de Armas.
14. Que, teniendo en cuenta las condiciones actuales, solicitarán a la Presidencia Pro Témpore de la CELAC y a la Unión Europea, la postergación de la Cumbre CELAC-UE prevista para octubre de 2017.
15. Su compromiso de mantener un seguimiento de la situación en Venezuela, a nivel de Cancilleres, hasta el pleno restablecimiento de la democracia en ese país, y de reunirse a más tardar en la próxima sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, oportunidad en la que podrán sumarse otros países.
16. Su disposición a apoyar de manera urgente y en el marco del respeto a la soberanía venezolana, todo esfuerzo de negociación creíble y de buena fe, que tenga el consenso de las partes y que esté orientado a alcanzar pacíficamente el restablecimiento de la democracia en el país.
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