La justicia ecuatoriana dictó orden de prisión preventiva para el expresidente Correa.
El exmandatario Rafael Correa, quien vive en Bélgica, debería regresar a Ecuador para comparecer ante la justicia que le dictó orden de prisión preventiva por su presunta participación en el secuestro de un opositor en 2012, dijo este 5 de julio de 2018 el presidente Lenín Moreno.
"Yo creo que el presidente (sic) Correa debería venir, debería venir, y a veces desearía verdaderamente que resulte inocente de lo que se le acusa", señaló Moreno en un encuentro con la prensa extranjera en el Palacio de Carondelet.
Revise: Rafael Correa no piensa regresar a Ecuador
Moreno fue vicepresidente de Correa entre 2007 y 2013. Ambos sostienen una pugna de poder que llevó a la crisis al oficialismo, en el poder desde hace una década.
El presidente agregó que "tampoco es agradable haber sido vicepresidente durante dos ocasiones de una persona que ha tenido comportamientos autoritarios" y durante cuyo mandato "se han realizado de manera clandestina, de manera subterránea, secuestros, violaciones de los derechos humanos y asesinatos".
La justicia ecuatoriana dictó el 3 de julio de 2018 orden de prisión preventiva y activó una circular roja de la Interpol con fines de extradición contra Correa, quien vive en Bélgica con su familia tras dejar el poder en mayo de 2017.
La Fiscalía indaga al exmandatario por los supuestos delitos de asociación ilícita y secuestro del opositor Fernando Balda en Bogotá en 2012. El exlegislador suplente acusa a Correa de ordenar su fugaz secuestro.
Moreno expresó: "me espeluzna saber que el joven idealista que conocí en el 2006 se haya convertido de manera extraña, de manera siniestra, en un personaje de esa calidad".
Correa dijo el miércoles a la AFP que retornar a Ecuador sería "casi un suicidio", pues considera que no tiene "garantías", y dejó entrever la posibilidad de pedir asilo en Bélgica al estimar que ese país "jamás" daría trámite a su extradición.
Tras la decisión judicial, Correa recibió el apoyo de los presidentes Evo Morales, de Bolivia, y Nicolás Maduro, de Venezuela, lo que generó una ofensiva diplomática de Ecuador.
Quito llamó a consultas a su embajador en La Paz y suspendió el viaje de su nuevo representante en Caracas.
Moreno consideró "desafortunadas" las declaraciones de Morales y Maduro, que denunciaron una "politización de la justicia ecuatoriana" y "persecución" contra Correa, respectivamente.
"Hemos tomado nuestras resoluciones de forma independiente sin que nadie injiera en nuestra decisión y hemos sido respetuosos con la autonomía de cada uno de esos países, y exigimos la correspondencia del mismo tipo de respeto", manifestó Moreno.
Para enfrentar el posible juicio por secuestro, Correa debe estar presente en Ecuador debido a que la legislación impide el proceso en ausencia por ese delito.
El denominado 'caso Balda' se encuentra por ahora en la fase de instrucción fiscal, por lo que el exgobernante socialista podría ser sobreseído antes del llamado a juicio.
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