El impacto de las redes sociales en la primera generación de niños digitales

Abogando por la protección de los menores en la era del “Sharenting”.
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29 may 2024 , 17:21
Redacción

Según describe CNN Español, en el año 2009, cuando Cam Barrett tenía apenas 9 años, su madre publicó en redes sociales un evento íntimo de su vida que la dejó humillada. Este es solo un ejemplo de cómo la infancia de Barrett estuvo expuesta al público, desde sus rabietas hasta sus diagnósticos médicos y el hecho de ser adoptada.

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Esta sobreexposición no solo le trajo regalos y atención de famosos, sino también acoso y problemas de salud mental, destacando la urgente necesidad de proteger a los menores de la explotación en las redes sociales.

Barrett, ahora de 25 años, es parte de un movimiento que busca legislar en favor de los niños cuya privacidad es vulnerada por padres que monetizan su vida en plataformas como YouTube y TikTok.

Ella comparte su experiencia con 240.000 seguidores en TikTok, denunciando la cultura del “sharenting”, una combinación de “compartir” y “paternidad” que describe la publicación excesiva de la vida de los hijos.

El caso de Barrett es paradigmático. Relata que a los 12 años un desconocido la siguió y la contactó por Facebook, aumentando su ansiedad.

En otro incidente, tras un accidente de coche, su madre, en lugar de consolarla, grabó videos en el hospital que luego publicó en Facebook. Estas experiencias erosionaron su confianza en los adultos y afectaron su salud mental.

Hoy, Barrett y otros jóvenes afectados están presionando a los legisladores para que se aprueben leyes que protejan a los niños de esta exposición.

En Illinois, se ha aprobado una ley que obliga a los padres a compensar a los niños influencers, reservando parte de los ingresos en un fondo fiduciario al que podrán acceder al cumplir 18 años. Otros estados están considerando propuestas similares.

Chris McCarty, de 19 años, también lucha contra la monetización de niños en redes sociales a través de la organización Quit Clicking Kids.

McCarty compara la situación de estos niños con la de actores infantiles, destacando que, a diferencia de estos, los niños de los vlogs familiares no tienen un lugar para desconectar del constante rodaje.

Legisladores en varios estados, inspirados por casos como el de Barrett y McCarty, están considerando leyes para proteger a estos niños, obligando a los creadores de contenido a reservar parte de sus ingresos para los menores y permitiendo a estos eliminar contenido no deseado al alcanzar la mayoría de edad.

La comediante Caroline Easom, con más de 3 millones de seguidores en TikTok, también denuncia la explotación infantil en redes, subrayando que estas plataformas no son un lugar seguro para los niños.

Easom y otros defensores abogan por una mayor regulación, similar a la de la industria cinematográfica, para proteger a los niños de la explotación y garantizar su bienestar y seguridad.

La sobreexposición de los niños en redes sociales por parte de sus padres es un problema creciente que está comenzando a ser abordado a nivel legislativo.

La compensación económica, la capacidad de eliminar contenido y la regulación del tiempo de grabación son pasos cruciales para proteger a la primera generación de niños digitales y garantizar que tengan el control sobre su propia huella digital.

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