¿Qué es el niño interior y por qué es clave para una adultez más feliz y vital?
Nuestra infancia es la etapa donde se desarrolla el coeficiente intelectual, la creatividad, es el momento donde vivimos de forma plena y tranquila, además de formar recuerdos y bases para la formación de la identidad, en esta temporada de la vida formamos recuerdos de vivencias que nos dejan algún tipo de aprendizaje.
A medida que crecemos nuestra identidad se va formando conforme a nuestras experiencias correspondientes a la infancia. Los expertos detallan lo conocido como “el niño interior”, es decir, esa parte de niño que sigue presente en cada persona, algunos pensadores lo describen como el lado soñador y creativo de cada ser humano.
De acuerdo con entrevistas realizadas con el portal Infobae, los expertos en psicología detallan que el “niño interior” se asocia a la salud mental y el estado de bienestar. Según la doctora Leticia Fiorentini, Psicóloga y Coordinadora del Servicio de Psiquiatría Fleni, “La niñez la asociamos con el juego, la creatividad, curiosidad, entusiasmo y expresión emocional directa y espontánea”, si bien es cierto estas características deben persistir en la etapa de la adultez.
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Fiorentini explica que es importante que características de niño vivan dentro de los adultos, es precisamente a eso lo que se llama “niño interior”, añadiendo que es necesario como adultos tener espacios de recreación y bienestar para favorecer a la creación de nuevas ideas, innovación y aumentar la creatividad de la persona, favoreciendo así la productividad del adulto en determinada área de su vida.
Los expertos en psicología mencionan que los niños expresan sus emociones de forma espontánea, mientras que los adultos tienen estrategias para contener aquello que sienten. A menudo en la etapa de adultez se va desarrollando las emociones y sentimientos se reprimen con más frecuencia, un factor influyente en los casos de depresión y ansiedad.
El doctor George Slavich, Director del Laboratorio de Evaluación e Investigación del Estrés de la UCLA, mediante un estudio explica que, la mayoría de personas sufren en su etapa de niños, creando traumas, tensión y estrés constante que se desarrollan desde muy temprana edad, estos factores influyen en el estilo de vida que el ahora adulto lleva.
El niño interior no en todas las ocasiones es el ser feliz que queremos mantener vivo dentro de nosotros, sin embargo los expertos mencionan que es importante mantener vivos los recuerdos felices, aquellos que sacan sonrisas y contribuyen a un buen estado de ánimo, además de seguir desarrollando la creatividad.
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