Neumonía, insuficiencia renal y bacterias: el peligro oculto en tu esponja de cocina
Las esponjas de cocina, utilizadas diariamente para limpiar y lavar platos, pueden ser un foco de bacterias peligrosas que ponen en riesgo la salud. Según estudios recientes, como el publicado en el Centro Nacional para la Información Biotecnológica estas esponjas pueden albergar más bacterias que una taza de baño, convirtiéndose en un elemento potencialmente letal en los hogares.
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Con hasta 54 mil millones de bacterias por centímetro cúbico, las esponjas de cocina pueden contaminar superficies y alimentos, transmitiendo patógenos como Campylobacter, Escherichia coli, etc. Estas bacterias pueden causar enfermedades graves.
Según el sitio The Economist la estructura porosa de las esponjas atrapa partículas de comida y restos orgánicos, creando un ambiente perfecto para el crecimiento bacteriano.
¿Qué bacterias pueden encontrarse en las esponjas de cocina?
Esta bacteria puede provocar diarreas, fiebre y dolor abdominal. Suele estar presente en alimentos crudos, según la OMS, y al entrar en contacto con las esponjas puede prolongar la vida de las bacterias y transmitirlas a la vajilla y/o utensilios de cocina al lavarlos.
Esta bacteria puede provocar neumonía en personas con sistemas inmunológicos comprometidos. Además de infecciones respiratorias y del tracto urinario.
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Esta bacteria vive en los intestinos de las personas y animales sanos, según Mayo Clinic. Pero algunas cepas pueden ocasionar síntomas como diarrea, vómitos, cólicos y en los casos más graves daño renal.
Esta bacteria es resistente a los antibióticos, lo que la convierte en una muy peligrosa. Entre los principales problemas de salud que esta ocasiona están la neumonía e infecciones de orina.
¿Qué alternativas hay?
Alternativas más seguras incluyen cepillos para fregar, cepillos de silicona, estropajos de metal y trapos para platos remojados en agua caliente con jabón. Estos al no estar constantemente húmedos no permiten que las bacterias sobrevivan.