¿Cuánta agua se debe tomar al hacer ejercicio?
Mantener una hidratación adecuada durante el ejercicio es fundamental para el buen funcionamiento del cuerpo. Sin embargo, el exceso de agua también puede ser perjudicial, ya que puede provocar un desequilibrio en los electrolitos, minerales esenciales disueltos en los fluidos corporales, incluyendo la sangre.
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Durante la actividad física, es clave mantener un consumo adecuado de agua, especialmente en entrenamientos prolongados. El exceso o la falta de agua puede afectar tanto el rendimiento como la salud general. Beber demasiada agua puede provocar síntomas como náuseas, dolores de cabeza, confusión e incluso convulsiones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere un consumo diario de entre 1,5 y 2 litros de agua, ajustando la ingesta durante el ejercicio. Es importante beber agua antes, durante y después del entrenamiento para evitar la deshidratación.
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La doctora Megan Arthur, especialista en medicina deportiva del Houston Methodist, recomienda “para ejercicios cortos (menos de una hora), generalmente sugiero beber entre media taza y una taza de agua cada 15 minutos, dependiendo de la sed y la intensidad del entrenamiento”.
Sin embargo, advierte que no existe una cantidad única para todos, ya que el nivel de sudoración varía entre personas. “Beber más de un litro de agua por hora de ejercicio puede ser excesivo”, señala Arthur.
La hidratación no se refiere únicamente al consumo de agua. Según Arthur, “cuando hablamos de mantenerse hidratado, nos referimos a mantener un buen equilibrio de líquidos para ayudar a nuestras funciones fisiológicas normales”. Para lograrlo, es necesario también consumir electrolitos, que son fundamentales para el funcionamiento óptimo del cuerpo.
Los electrolitos, como el sodio (cloruro de sodio), son minerales con carga positiva o negativa que juegan un papel esencial en el cuerpo. Están presentes en los fluidos corporales y en la sangre, y ayudan a regular funciones como la contracción muscular y el equilibrio de líquidos.