¿Cuándo se deben extraer las amígdalas?
Miles de niños son sometidos cada año a una amigdalectomía -la extirpación quirúrgica de las amígdalas- sin que lo necesiten.
Un estudio llevado a cabo en Inglaterra encontró que en este país nueve de cada 10 de estas operaciones -88%- son innecesarias.
Y advierte que el procedimiento quirúrgico podría estar causando más daños que beneficios en los niños, además del gasto que esto conlleva para el sistema de salud del país.
El estudio, publicado en la Revista Británica de Medicina General, analizó los registros de más de 1,6 millones de niños entre 2005 y 2016.
Encontró que de los más de 18.000 niños que fueron sometidos a amigdalectomía durante ese período, sólo en 2.144 (cerca de 12%) se justificaba médicamente la operación.
Criterios
Tal como explican los investigadores, la extirpación de amígdalas debe ofrecerse sólo cuando se cumple alguno de los criterios principales:
- Más de siete episodios documentados de dolor o inflamación de garganta al año.
- Más de cinco episodios episodios de dolor o inflamación de garganta durante dos años consecutivos.
- Tres episodios de dolor o inflamación de garganta al año durante tres años consecutivos.
El estudio afirma que uno de cada 10 niños había sufrido sólo un episodio de dolor o inflamación de garganta antes de que se le ofreciera la cirugía.
Agrega que dos o tres niños entre 1.000 fueron sometidos a amigdalectomía anualmente entre 2005 y 2016, pero sólo uno de cada ocho cumplía los criterios recomendados.
Basado en estos datos, el estudio calcula que 32.500 de las 37.000 amigdalectomías infantiles llevadas a cabo en Reino Unido entre 2016 y 2017 fueron innecesarias, y le costaron a los servicios nacionales de salud US$48.500 millones.
El profesor Tom Marshall, del Instituto de Investigación de Salud Aplicada de la Universidad de Birmingham, Inglaterra, quien es uno de los autores del estudio, afirma que las amigdalectomías sí pueden justificarse con los pacientes más gravemente afectados.
Pero agrega que "la investigación sugiere que los niños con menos dolor o inflamación de garganta no se beneficiarán lo suficiente para justificar la cirugía, debido a que, de cualquier forma, el dolor de garganta tiende a pasar".
El problema no es único de Reino Unido.
Aunque las cifras varían de país a país y dentro de los propios países, una investigación publicada en 2014 en The Cochrane Review, que llevó a cabo una comparación de ensayos realizados en varios países sobre la eficacia de la amigdalectomía, reveló que un gran número de estas operaciones se llevan a cabo sin suficiente justificación médica.
Cifras de la Unión Europea muestran que en 2015, las tasas de amigdalectomías en Holanda, Bélgica, Finlandia y Noruega eran tres veces más altas que las de Reino Unido.
Pero Estados Unidos es el país con las tasas más altas de este procedimiento quirúrgico. Cada año se llevan a cabo allí más de 500.000 amigdalectomías en niños y es la tercera operación quirúrgica infantil más común en el país.
Las tasas del procedimiento son tan altas que incluso se ha descrito a las amigdalectomías como "una epidemia".
"Es una epidemia silenciosa de asistencia médica innecesaria", declaró en 2012 David Goodman, del Darthouth Atlas, una base de datos sobre cuidados de salud del Instituto Darmouth para Política de Salud y Práctica Clínica.
"En la mayoría de los casos, se realiza en pacientes con síntomas mucho menos recurrentes que los que deben indicarse", señaló Goodman.
Complicaciones
Los expertos subrayan además que, igual que ocurre con todas las cirugías, las amigdalectomías pueden llevar a complicaciones que, aunque son raras, pueden ser severas.
"Cuando esta operación se lleva a cabo en el grupo correcto de niños, puede reducir significativamente las infecciones de garganta, mejorar la calidad del sueño, las visitas al médico, el uso de antibiótico y, lo más importante, mejorar la calidad de vida del niño y su familia", indican los expertos de la Escuela Médica McGovern de la Universidad de Texas.
"Sin embargo, hay una morbilidad asociada con la operación que incluye hospitalización, costo financiero, riesgo de anestesia, sangrado postoperatorio y cicatrices", agregan.
"De hecho, hasta 4% de los niños operados pueden ser reingresados por complicaciones secundarios, lo cual hace que la toma de buenas decisiones para esta cirugía es de importancia primordial".