Anticonceptivos orales de nueva generación tienen estrógeno natural

Los anticonceptivos orales fueron sintetizados por primera vez en 1955 por los científicos John Rock y Gregory Pincus de la Universidad de Harvard. En 1960, la píldora se popularizó, con 6,5 millones de mujeres estadounidenses usándola y convirtiendo esto en un hito del feminismo al permitir a las mujeres tener relaciones sexuales sin preocuparse por los embarazos no deseados.

Con el paso del tiempo la ciencia revoluciona la industria y llega el primer anticonceptivo oral combinado. Esta fórmula, que incluye esterol (E4), un estrógeno de acción selectiva y drospirenona, una progestina moderna, promete disminuir los efectos adversos que causan los tratamientos hormonales tradicionales.

El ginecólogo David Fusaro director médico del Instituto Ginecológico Buenos Aires (IGBA) declaró que:

“Luego de más de 80 años sin disponer de nuevos estrógenos, el estetrol que es un estrógeno natural presente únicamente durante el embarazo, logró ser sintetizado por los avances tecnológicos y ahora lo tenemos disponible para ser empleado en los anticonceptivos orales”.

Los estudios clínicos han mostrado que los anticonceptivos orales con E4 y drospirenona (DRSP) son efectivos para prevenir la ovulación y regular el ciclo menstrual, con un riesgo reducido de tromboembolia venosa y mínimos efectos en el metabolismo de lípidos y carbohidratos, lo que resalta su seguridad y buena tolerancia.

La doctora Mabel Martino, presidenta de la Federación de Sociedades de Ginecología y Obstetricia (FASGO) destacó la importancia de este nuevo tratamiento:

“La introducción de este estrógeno en anticoncepción representa un avance importante para las mujeres, al ofrecer una opción con menos efectos sobre el metabolismo y la salud cardiovascular”, afirmó la doctora Martino.

Además, los expertos destacan que el uso de estetrol en anticonceptivos orales no afecta la libido en más del 97 % de las mujeres, lo que representa un avance frente a otros métodos hormonales. Este efecto positivo en la vida sexual y emocional es clave, ya que además de prevenir el embarazo, mejora la calidad de vida de las usuarias.