La mujer que hizo 300 amigas en seis semanas tras un llamado en redes sociales
Laura Cooper es una trabajadora social de 42 años, que se había mudado de casa y se estaba recuperando de una enfermedad, recibió su primer mensaje en una hora, y estos siguieron llegando.
Al final de esa tarde de finales de octubre, unas 100 mujeres se habían puesto en contacto con ella y había nacido el grupo Scunthorpe Lovely Ladies ("Las simpáticas señoritas de Scunthorpe", un pueblo en Inglaterra), que ahora tiene 300 miembros.
"Los números seguían subiendo y subiendo", dijo Cooper. "Yo estaba como '¡guau!, esto es real, no puedo creerlo".
En cuestión de días, las integrantes del grupo, formado por mujeres y niñas de entre 16 y 75 años, se conocieron en un pub local.
Ahora celebran reuniones periódicas y organizaron una deslumbrante fiesta navideña a la que asistieron 70 personas.
En menos de una hora recibió el primer mensaje
Cooper padece una enfermedad llamada trastorno neurológico funcional, que afecta a su sistema nervioso y a la forma en que su cerebro envía señales a su cuerpo.
Su condición, relacionada con el estrés, hizo que estuviera hospitalizada durante algún tiempo.
"Si me pasa algo y hay negatividad en mi vida, entonces es como un 'boom', no estoy bien. Mis ojos parpadean y no puedo caminar ni hablar durante unas tres horas", añadió.
Después de haberse mudado a vivir a Scunthorpe, Cooper, quien trabaja como asistente en el servicio público de salud británico y como asistente de enseñanza, no veía a sus amigos tan a menudo. Así que, un lunes por la noche, publicó su petición de amistad.
En menos de una hora, Sandra Ferguson se puso en contacto con ella.
"Vi la publicación de Laura y pensé: esto es lo que estaba buscando", dijo Ferguson.
Las dos mujeres se llevaron bien desde el principio.
"Si solo hubiéramos sido Laura y yo, creo que habríamos sido amigas para siempre", explicó.
"Laura me siguió enviando mensajes, y se fueron sumando más y más, y así fue".
"Necesitaba salir de la casa"
Jan Gardner, una empresaria que vive sola, también se unió al grupo.
"Cierro la puerta a las cinco o seis de la noche y no veo a nadie hasta el día siguiente", comentó.
"Esto me animó a peinarme, maquillarme y disfrutar de la vida de nuevo".
Otra de las primeras integrantes del grupo, Alison Law, contó su experiencia.
"Vivo sola y solo necesitaba salir de casa más a menudo. Los fines de semana y durante la semana, me sentaba en el sofá y eso era todo".
Las integrantes del grupo organizan reuniones periódicas los miércoles por la noche, además quedar para tomar café por las mañanas y para comer fuera de casa.
"Me reconforta, me hace sentir que estoy haciendo algo bueno", dijo Cooper.
"A veces, simplemente me aparto y todos están hablando y es encantador. Me molesta un poco, pero de una manera agradable".