Esto pasa con las mantas del avión cuando finaliza el vuelo
Al abordar un avión, muchos pasajeros se familiarizan con una de las primeras comodidades que se les ofrece: la manta. Este modesto accesorio, generalmente azul o negro y hecho de fibras acrílicas, no solo proporciona comodidad y abrigo durante el vuelo, sino que también deja dudas una vez que termina el viaje. ¿Qué ocurre con estas mantas al finalizar el vuelo?
A diferencia de artículos de un solo uso como auriculares o máscaras para los ojos, las mantas de los aviones suelen reutilizarse. Aunque algunas puedan estar selladas en bolsas plásticas, esto no implica que sean nuevas. Sin embargo, las aerolíneas aseguran que cada manta se somete a un proceso riguroso de limpieza antes de su reutilización, desmintiendo el mito de que simplemente se reempaquetan sin atención a la higiene.
Es probable que las mantas hayan sido lavadas tras su uso en vuelos anteriores. Algunas aerolíneas las envían a instalaciones industriales para un lavado profundo, mientras que otras realizan este proceso en los propios aeropuertos de sus bases. Por ejemplo, JetBlue utiliza lavadoras de alta potencia para asegurar que cada manta esté limpia y lista para su reutilización sostenible en futuros vuelos.
Delta Air Lines sigue un enfoque similar, lavando todas sus mantas, incluso las utilizadas en vuelos internacionales, para garantizar la mejor experiencia posible a sus pasajeros.
Mantas de primera clase
Las mantas de primera clase representan un lujo adicional. Fabricadas con materiales de alta calidad, también se someten a lavado después de cada uso, aunque en menor frecuencia debido a la menor cantidad de pasajeros en esa clase.
Muchas aerolíneas, incluyendo American Airlines y Delta, están invirtiendo en mantas fabricadas con materiales reciclados, como parte de sus esfuerzos por mejorar la sostenibilidad a bordo. Este enfoque no solo reduce el desperdicio, sino que también contribuye a un entorno más ecológico.
Recomendaciones para los pasajeros
A pesar de las medidas de limpieza, algunos pasajeros pueden preferir evitar el contacto con mantas reutilizadas por razones de higiene. En estos casos, llevar una manta propia es una opción recomendable.
En vuelos de larga distancia donde se proporcionan las mantas de forma gratuita, las aerolíneas solicitan dejarlas a bordo para su reutilización. Sin embargo, en vuelos más cortos donde las mantas están disponibles para la compra, los pasajeros pueden llevarlas consigo.
Con este conocimiento, los pasajeros pueden viajar con la tranquilidad de saber que las mantas ofrecidas cumplen con estándares de higiene y respeto al medio ambiente.