La escalofriante historia del hombre de 2 cabezas
La leyenda de Edward Mordrake continúa estremeciendo a quienes la conocen.
La historia de Edward Mordrake, más conocido como el hombre de los dos rostros, es escalofriante. Comienza cuando hace unos 125 años la condesa de Darlington, Inglaterra, en el Reino Unido, había dado a luz un hijo con esta malformación. A partir de allí, también surgió la aterradora historia que se hizo leyenda.
Según el portal cronica.com.ar, hasta la actualidad no se ha logrado determinar si este extraño personaje resultó ser un caso real o si simplemente fue un personaje creado por la. El sitio agrega que hay pruebas que lo ponen mucho más cerca de la confirmación que de la habladuría.
El caso Mordrake se publicó por primera vez el 8 de diciembre de 1895, en el diario Boston Post. El artículo decía: "Algunos monstruos mitad humanos bien podrían llegar a ser hijos del diablo". La nota se tituló: "El hombre de dos caras". La escribió Charles Lotin Hildreth, un reconocido escritor de novelas.
Si bien sus relatos tenían una cuota de ficción, Hildreth escribió sobre "La mujer pez de Lincoln", que desde las caderas hacia abajo estaba cubierta de escamas y tenía cola de pez, al mejor estilo de las míticas sirenas. También fue el autor de "El hombre cangrejo", cuyas manos y pies acababan en pinzas endurecidas; así como de "El niño melón de Radnor", del tamaño y color de un melón, sin órganos sensitivos perceptibles, pero con una ranura vertical para la boca.
Estos casos han sido descritos en informes antiguos de la "Royal Scientific Society". En 1896, dos doctores estadounidenses, George Gould y Walter Pylesin, tomaron el antes mencionado artículo y lo incluyeron como válido en una enciclopedia médica sobre Anomalías y Curiosidades de la Medicina.
A lo largo de los años, la medicina estudió y documentó varios casos de nacimientos con diprosopia o duplicación craneofacial, debido a una actividad anormal de la proteína Sonic Hedgehog (SHH), o de craniopagus parasiticus, una cabeza gemela parásita con un cuerpo no desarrollado.
Edward Mordrake fue hijo de la condesa de Darlington de mediados del siglo XIX, una terrateniente del sur del condado de Postmouth, en el Reino Unido. La enfermedad de Mordrake se prestó para las burlas de la gente.
La realidad dice que Mordrake padeció el síndrome congénito denominado diprosopia o duplicación craneofacial; es decir, la duplicación congénita del notocorda, una estructura embrionaria común en todos los vertebrados cuya doblez provoca la generación de dos crestas nerviosas que a su vez generan dos estructuras craneofaciales distintas. Una persona y dos caras.
Edward tenía una estructura dominante completamente sana, su cara normal expresiva, y junto a ella su cara añadida semiexpresiva, con músculos y nervios mal desarrollados y atrofiados desde el nacimiento.
Finalmente, de acuerdo al portal web, a los 23 años, sumido en una profunda depresión, Edward se quitó la vida ahorcándose en el balcón de un piso que había alquilado.