¿El susto es una cura para el hipo?
El hipo causa una sensación incómoda que a la mayoría de las personas desagradadas, ya que es una contracción involuntaria y repetitiva del diafragma. Este fenómeno a menudo se lo asocia con la inspiración repentina de aire, seguido de un cierre repentino de la glotis, lo que produce el sonido característico del hipo.
Aunque en la mayoría de los casos el hipo es inofensivo y se resuelve por sí mismo en poco tiempo, hay ocasiones en las que puede persistir durante un período más largo, convirtiéndose en un problema molesto.
No hay evidencia científica sólida que respalde la eficacia de que el hipo pueda quitarse con el susto, pero en varias ocasiones las personas utilizan este mito popular para hacer que desaparezca.
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Estos son algunos trucos caseros que son efectivos y se pueden utilizar para el hipo
Control de la respiración: Practicar respiraciones lentas y profundas ayuda a restablecer el ritmo normal del diafragma. Inhala y exhala con calma.
Retener la respiración: Inhalar profundamente y mantener el aire por unos segundos antes de exhalar lentamente puede calmar el hipo.
Uso de bolsa de papel: Inhalar y exhalar dentro de una bolsa de papel puede ayudar a regular la respiración, asegurándose de utilizar papel en lugar de plástico.
Inclinación hacia adelante: Inclinarse o agacharse para comprimir el diafragma puede contribuir a detener el hipo.
Maniobra de Valsalva: Exhalar mientras se aprieta la nariz y se mantiene la boca cerrada ayuda a restablecer el ritmo del diafragma.
Puntos de presión: Tirar de la lengua, presionar el área justo debajo del esternón o aplicar presión en la palma de la mano son técnicas que pueden ayudar a detener el hipo.
La próxima vez que sientas que el hipo amenaza con arruinar tu día, ¡inténtalo! Controla tu respiración, adopta posturas específicas, y desecha los mitos que, aunque populares, no están respaldados por la ciencia.
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